¿Este hombre sufría de Esquizofrenia? ¿Paranoia? ¿Alucinaciones? ¿Estaba loco? ¿O estaba loco yo al quedarme, escuchar y seguir escribiendo?
Necesitaba saber qué era esa sensación de "deber" ¿Una forma de hipnosis? Lo dejé hablar y escribí ...

"Esta puede parecerte la historia más loca, absurda, tal vez la más ingenua que hayas oído, sin embargo es mi historia y por ello, también la tuya".

CAPÍTULO CUATRO


CAPÍTULO CUATRO





 UN EXTRAÑO RITUAL 

LA HERMANDAD



- ¿Alguna novedad?-Fue su pregunta al llegar a la casa
- La doctora acaba de irse –Fue la respuesta de Mae X – Insiste en que no hay dolor y que está en coma.

Ingresamos a la habitación. Todo estaba igual, Clari XI la mujer echada, con los ojos abiertos perdidos en un horizonte imposible de adivinar, estaba en aparente coma. Ningún movimiento de su cuerpo rígido, su respiración calma y dificultosa. No había nadie más en la casa aparentemente, se escuchaba un programa para niños sonando en el televisor de alguna habitación.

- ¿La bebe está despierta todavía? – Preguntó Tahya
- Sí, no ha querido dormirse – Dijo preocupada Mae X
- Esperaremos, aún no es el momento.-Sentenció él.

Salimos de la habitación Tahya fue hacia la habitación desde donde se escuchaba el programa infantil, nosotros nos dirigimos a una sala en donde un joven “acampaba” durmiendo sobre un sofá en una postura muy incómoda.

- Traeyt II descansa un poco – Dijo Mae X
- Déjalo, necesita reponer fuerzas. – respondió él
- ¿Un café? – Ofreció la chica
- Dos – Dijo él mientras se sentaba y me ofrecía asiento.

Ella salió de la habitación. En ese momento sonó el timbre de la casa, luego de un silencio se escuchó un saludo de voces diferentes tras el cual una mujer mayor con dos muchachos entraron a la sala donde nos encontrábamos.

- ¿Tú quién eres?- Fue la pregunta que la mujer clavando su mirada en la mía me hizo en cuanto me vio.
- El escritor – Respondió él.
- Ah! – Dijo ella, recorriéndome de pies a cabeza- Hola, soy Mae III
- Mucho gusto – Respondí el saludo algo incómodo por su mirada que parecía buscar en mí algo que pusiera en duda la necesidad de mi presencia ahí.

Luego se saludaron con un abrazo y un beso, era un saludo muy cercano. La mujer era mayor, sencilla en su vestir y ruidosa al hablar, los dos muchachos que llegaron con ella eran alegres, ambos modernos, tanto él como ella, mostraban en su piel tatuajes, muchos más de los que había visto antes en una persona, también lo saludaron cariñosamente y se acercaron a Traeyt II el muchacho que dormía, a despertarlo.

En cuanto lo tocaron abrió los ojos y sonrió, era una sonrisa alegre y juguetona.

- ¡Déjenme dormir! – Dijo riendo mientras se enderezaba

Los tres reían iniciando una conversación como de hermanos, tomándose el pelo por la forma de dormir de cada uno. Era extraño verlos a pocos pasos de la habitación donde una mujer luchaba con la muerte, riendo sin mayor reparo… No pude escuchar claramente su conversación, simultáneamente Mae III, hacía preguntas y hablaba con él a mi lado.

- ¿Vendrá también Brevt II?- Preguntó él
- No lo sé, espero que sí, es necesario, pero creo que tiene complicaciones por el trabajo- Respondió ella
- Bueno, esto en realidad es algo que debo hacer yo -Insistió él.
- Sí, pero nosotros somos el triángulo que necesitas.- Agregó ella.

¿Triángulo? No entendía nada, cada vez era para mí, más difícil comprender lo que hablaban.

- Los chicos se quedarán afuera – Dijo él – Adentro no debe haber distracciones y aquí, serán necesarios.
- Como tú digas – Dijo ella – Quieren ayudar… ¿Está Mae X adentro?
- Sí y Tahya con la niña – Respondió él

El timbre volvió a sonar mientras Mae III se dirigía a la zona interna de la casa, él fue hacia la puerta, lo seguí… Al caminar hacia allá, miró un mensaje en su teléfono celular, sonrió y se dispuso a abrir.

- Es un hermano, Human I; Hablaré con él, pero solo. Quédate aquí por favor.

Detuvo de esta manera mi intento de seguirlo y mi curiosidad ante lo que pudiese hablar. Me quedé en la puerta de la casa, afuera; So pretexto de fumar un cigarrillo, mientras en la esquina de la calle él y human I se abrazaban y reían. No pude escuchar su conversación. Era evidente que él negaba una preocupación de Human I, quien parecía hacer una pregunta repetida. Luego de unos minutos de conversación, él con mucha seriedad parecía dar una explicación que Human I aceptaba sin mucho convencimiento. Luego se abrazaron despidiéndose. Human I se quedó en la esquina viéndolo regresar a la casa, una vez que él estuvo ya en la puerta, a mi lado, se acercó un poco y en voz alta preguntó:

- ¿Estás seguro? ¿No me necesitas aquí?
- Tranquilo, te necesito allá – Fue su respuesta.
- Estaré cerca – Dijo Human I – Si necesitas que venga avísame.
- Lo haré – Respondió él – Ve tranquilo.

Con esas palabras él ingresó a la casa, detrás de él yo mirando antes de cerrar la puerta a Human I de pie en la esquina, aún sin moverse… ¿Qué estaba sucediendo? ¿Por qué unos entraban a la casa y otros no? ¿Dónde sí era necesario Human I?... Tenía un enredo total en mi cabeza. Al entrar en la sala de la casa, estaban reunidos los chicos de los tatuajes, Traeyt II, Mae III y Mae X tomando café. Mae III se dirigió a él.

- Brevt II está al llegar, acaba de llamarme, les explicarás, ¿nos explicarás a todos que hacer?
- Sí – Dijo él, acercándose al grupo, yo unos pasos atrás era testigo de todo -Entraremos en la habitación Mae III, Tahya I, Mae X, Brevt II y yo. Nadie más.
- ¿Si Brevt no llega a tiempo? – preguntó Mae X
- Si no llegara, entraría en su lugar Traeyt II, pero llegará. – Acotó él – Afuera será necesario estar alerta. Traeyt II es el protector afuera, No deberás permitir ninguna interferencia – se dirigió a él directamente – Escuchen lo que escuchen, nadie debe ingresar a la habitación de Clari XI.
- No te preocupes – Dijo Traeyt II- Nadie lo hará.
- ¿Qué podemos escuchar?- preguntó el otro joven
- Cualquier cosa – Replicó él
- ¿Y si tú nos llamas? – Acotó Traeyt II – Aunque yo los llamara, no entrarán, porque no seré yo; No los llamaré. Tú – Se dirigió a la chica de los tatuajes – Deberás estar atenta a la niña que ya duerme, si sientes algo acércate a ella y tranquilízala.
- Así lo haré – Respondió ella.
- Tú – Le habló al otro joven – Deberás ir con ella y protegerla, Traeyt II quedaría en esos momentos como guardia de la casa.
- Está bien – contestó el chico.
- Quedan aquí afuera los tres, son la protección energética de la casa, deben estar alertas – Insistió él.

En ese momento volvió a sonar el timbre y Mae X salió hacia la puerta. Tahya ingresó a la habitación donde estaba Clari XI

- Voy a verla y ya me quedo ahí – Le dijo a él, quien asintió.
- ¡Dichosos los ojos! – La voz y presencia de Brevt II se hicieron sentir, ingresó a la habitación acompañado de Mae X.

Era un hombre alto, fuerte y con una gran sonrisa, su voz, como la de Mae III, tenía un tono jovial y fuerte, se abrazaron y besaron, luego les pidió a ellos ingresar a la habitación de Clari XI donde Tahya I esperaba. Mae III, Mae X y Brevt II lo hicieron. Él, se dirigió por un pasillo hasta un baño, lo seguí, no cerró la puerta; abrió la llave de agua del lavabo, se lavó la cara y las manos mirándose luego muy serio en el espejo. Desde fuera, en el dintel de la puerta pude ver su reflejo en el espejo. Su rostro estaba desencajado, las venas de su frente brotadas.

- ¿Te sientes bien? – pregunté
- Sí, ha sido solo un momento… También soy humano, ya pasó. – Respondió
- ¿Miedo? – Pregunté
- No… Responsabilidad. No temo perder el cuerpo, me preocupa sacarla de ahí.
- ¿Quieres decir que intentarás nuevamente ingresar a la cuarta dimensión?
- No lo intentaré. Lo haré y la liberaré.
- Pero ya una vez… - Yo me preocupe recordando su malestar físico.
- Ahora es diferente, ellos serán mi ancla aquí.
- No entiendo – Confesé… ¿Acaso ya me creía la historia y sentía temor?- ¿y yo?- pregunté.
- ¿Tú? – Me dijo extrañado.
- ¿Qué debo hacer? ¿Dónde debo estar? –

Era un extraño dentro de ese grupo, un aprendiz de no sabía que, tratando de escribir una historia.

- Tú puedes ingresar conmigo a la habitación, pero no deberás decir, ni hacer nada; Tu presencia no debe distraer a nadie. Tomarás nota de lo que suceda para luego escribirlo. ¿Podrás mantenerte en silencio sin intervenir en nada?
- Creo que sí… Lo intentaré – No sabía si podría, ni que contestar.
- Lo harás. Ven conmigo.

Su sentencia fue el final de la conversación. Caminó y lo seguí. Al ingresar a la habitación, me hizo entrar por delante poniendo su mano en mi espalda. Pude sentir a través de mi camisa su mano como si fuera de hielo, lo miré y estaba completamente pálido, aunque sus venas seguían brotadas en su frente y sudaba como si tuviera mucho calor. Tras de mí, cerró con llave la puerta de la habitación, donde Clari XI echada en la cama seguía rodeada de Brevt II, Tahya I, Mae III y Mae X, en la misma rígida postura. Él se dirigió a todos.

-“Ingresaré donde ella está atrapada por baba, la sacaré de ahí. Tú Brevt II, serás mi cabeza; Estaremos comunicados, tú cerebro será el mío y el mío el tuyo. Tus manos en mi cabeza. Ustedes Tahya I y Mae III, pondrán sus manos en mi espalda, serán guardianas de mi corazón, mi circulación y todos mis órganos internos. Los tres cuidarán mi cuerpo, serán la máquina triangular que me mantendrá aquí a pesar de estar allá, los tres formarán un triángulo energético de vida, yo estaré en medio del triángulo conectado por ustedes a mi cuerpo, no deberán tocar a Clari XI, no deberán distraerse con nada, escuchen lo que escuchen, pase lo que pase, la continuidad de mi vida física depende en este momento de ustedes.
Tú Mae X, no deberás tocar a nadie, ni a Clari XI, ni a ellos, ni a mí. Estarás alerta como mis ojos comunicada con sus ojos ahí, e irás guiándola con tu voz para que me escuche y no oponga resistencia; baba la tiene amenazada y el miedo la hace dudar. Sé que es tu madre, pero debes ser fuerte y hoy ser su madre. Tú, se dirigió a mí, siéntate en esa esquina del cuarto y no te muevas, ni hagas ruido alguno hasta que te lo indique”.

Lo hice, me senté ante la mirada de los demás en total silencio. Él se recostó al lado de Clari XI, su brazo derecho quedó como abrazándola poniendo su mano sobre la cabeza de ella, su brazo izquierdo rodeó el pecho de ella, tomando la mano agarrotada con la que en algún momento escribiera. Su cuerpo, sus piernas pegadas al costado de ella, su cabeza al lado de la de ella. Cerró los ojos y todos tomaron sus posiciones cerrando también los ojos. ¿Qué estaba presenciando? ¿Qué extraño ritual era este?... Las preguntas lejos de resolverse se sumaban. Estaba sentado ahí, obedientemente en silencio, frente a la cama de una mujer moribunda que sin mirar me miraba, a su lado un hombre durmiendo sobre ella, detrás de él, acomodados a los pies de la cama tres locos colocando sus manos sobre el hombre, uno en su cabeza, las otras dos en su espalda; del otro lado de la cama una chica mirando la escena en silencio, sin tocar a nadie; Afuera de la habitación tres muchachos también creyendo la locura, guardando la casa de ¿ánimas?, Por la calle un loco más, cuidando un ¿espacio, persona?, algo “necesario” y desconocido para mí. ¿Qué debía hacer? ¿Quedarme en silencio y presenciar un cuadro absurdo o salir de ahí y respirar “normalidad”? Dudé…
De pronto la chica, Mae X desde su asiento empezó una letanía, no era un rezo, no era una oración, conversaba con “su madre”.

- Búscalo, él ha ingresado ahí a encontrarte… Mami, nada de lo que ese bicho te dice es verdad, no temas, él sí puede sacarte de ahí y nada malo sucederá… Hay mucha niebla, aún no logra llegar a ti. Búscalo, llámalo, permítele llegar.

Entonces él empezó a retorcerse suavemente, sus piernas temblaban, por ratos su cuerpo “dormido” brincaba, como si tuviera un ataque epiléptico.

- Mami. Búscalo, debes salir de ahí, ten fe; tú puedes salir de ahí, no temas.

La niña seguía la súplica, la letanía sin detenerse y sin tocar a nadie, desde mi posición, no pude ver si cerraba o abría los ojos, parecía estar viendo otro “espacio” De pronto escuché un llanto que logró escarapelarme el cuerpo, un sollozo fuerte y ahogado, ¿De quién? La chica no paraba de hablar y su voz era serena, las otras dos mujeres estaban serias, con los ojos cerrados y no caían lágrimas por sus rostros, ni hacían gesto alguno; ¿La chica que estaba afuera tal vez? El sonido no era lejano, lo sentía ahí, en medio de la habitación.
Brevt II empezó a sacudir su cuerpo acusando dolor, sus gestos se parecían a los de él. ¿Realmente estaba yo cayendo en una suerte de histeria colectiva? ¿Un loco más escuchando llantos donde nadie lloraba? ¿Qué estaba sucediendo?

- Tranquila, vine a sacarte de aquí

La voz de él interrumpió mis pensamientos, dormía y en una suerte de “trance” hablaba con la mujer postrada ¿En coma?

- Si mami, él te sacará de allí y podrás ser libre… No, no es morir, tu cuerpo ya no está bien, físicamente morirás igual, no es como el bicho te dice, no podrás vivir usando el cuerpo de él.

Mae X insistía en su “extraña” conversación con su madre en coma, no detenía ni un instante sus palabras. El sollozo era cada vez más fuerte, se escuchaba en toda la habitación,
Brevt II sacudía su cuerpo golpeando una mesa de madera con sus pies, Tahya I y Mae III se concentraban en su espalda mientras él abrazado a Clari XI temblaba... Sentí frío, hielo en el ambiente, los golpes de Brevt II en la madera se unieron a sonidos de golpes en la pared… ¿Quién golpeaba la pared? ¿Los jóvenes del otro lado?

- Ven, nada podrá dañarte… Ven, toma mi mano – él hablaba “dormido”
- Mami, ve con él, escúchalo – Mae X seguía hablando

Sus voces se mezclaban con los golpes, el frío, los llantos, ¿el miedo? Sí… Sentí miedo. Entonces él abrió los ojos y detuvo su ¿ritual, exorcismo?

- Debemos descansar unos minutos, estiren el cuerpo, beban agua; en breve retomamos. La tengo en mis brazos ahora, pero debemos recuperar fuerzas para sacarla de ahí.

Él hablaba con una seguridad total, los demás le creían todo. Se pusieron de pie, salieron por agua, él también salió de la habitación hacia la sala y ya por costumbre, completamente desconcertado lo seguí.

- ¿Están bien? – Preguntó a los tres jóvenes.
- La niña se quejó dormida, fui a verla y siguió durmiendo ya en calma, él me acompañó – respondió la chica señalando al muchacho de los tatuajes que “Debía cuidarla”
- Sentí tu voz, ¿me llamaste? – Preguntó Traeyt II
- Te dije que no lo haría – Respondió él
- Por eso no entré a la habitación – Replicó el muchacho – Hubo mucho ruido, golpes que salían de donde estaban ustedes
- Gritos y llantos de una mujer desesperada ahí adentro – Acotó el otro joven

En ese momento sentí escalofríos, yo también escuché los llantos… ¿Cómo era posible escuchar llantos afuera y adentro sin que nadie llorara?

- Yo no escuché llantos ni ruidos, solo el quejido de la niña y fui a verla, luego todo estuvo tranquilo. – dijo la muchacha.
- ¿Qué hora es? - Tahya se acercó con dos cafés, uno para él y otro para mí.
- Las 4,50 am – Respondió él mirando su reloj.

¿Desde que habíamos entrado a esa habitación habían transcurrido cinco horas? ¿Qué pasó con el tiempo? Habíamos empezado el extraño “ritual” a la media noche, entre sollozos, ruidos, temblores y voces el tiempo había volado para mí, habrían pasado máximo una o dos horas según calculaba y ¿fueron cinco? Sentí que algo no tenía sentido ¿yo? ¿Una alucinación colectiva? ¿Hipnosis de grupo?

- Debemos seguir, vamos… - ordenó él ingresando nuevamente a la habitación.

Los tres muchachos asintieron y se quedaron en la sala. Tahya fue detrás de él y yo los seguí, al entrar, cerré yo la habitación tras de mí.

- Cambiaremos de posición ahora, estaré a sus pies, sentado frente a la cama; cada uno de ustedes asumirá sus mismos lugares en la nueva ubicación.

Todos acataron sus directrices. Se sentó en una silla a los pies de la cama, echó su cabeza a un costado recostando su cuerpo al lado de Clari XI, sus brazos extendidos sobre ella tocaban ambos lados de sus piernas.
Brevt II sentado a un costado de él, puso sus manos sobre su cabeza, Tahya I y Mae III sentadas detrás de él, cubrieron con sus manos su espalda.
Mae X al costado de la mujer, sin tocarla cerró los ojos para volver a conversar con ella.
Yo, desde mi esquina volví al silencio y la observación. El hielo en la habitación regresó casi inmediatamente, la voz de Mae X volvía a la súplica.

- Ve con él, te sacará de ahí, mami, por fin podrás descansar…

Otra vez los sollozos, otra vez los ruidos y esta vez, ninguno de los presentes pateaba una mesa de madera y la pared que sonaba no daba a la sala, el tiempo transcurría y la escena era repetitiva, igual; Entonces miré fijamente a la mujer “en coma” Los sollozos, el llanto ahogado venían de ella, ahí eran más fuertes, inmóvil, rígida, tenía los ojos abiertos, perdidos en la nada, llenos de lágrimas que corrían por su rostro sin cesar… ¿Era posible ese llanto en una mujer en coma? Empezó a amanecer…

- La tengo entre mis brazos, en mi pecho, es muy pequeñita ahora, las paredes que la rodeaban y se movían impidiendo mi llegada a ella se han detenido. Ella estaba de pie sobre un lodo gris, ese lodo gris tenía rostro, era él, es él, baba…
Ya no puede tocarla, la he levantado y me dirijo entre las paredes hacia una luz que puedo divisar arriba… Las paredes se hacen pequeñas, tal vez soy yo que me hago grande, ella es cada vez más pequeña, entra en la palma de mi mano… Las paredes temen, se alejan, dejan de cubrir la luz donde ahora llego con ella…
Ha salido, está libre.

Él narraba lo que “veía” en su ¿sueño? Amaneció… él abrió los ojos y se incorporó, todos lo hicieron.
- Está hecho, no podrá detener su camino, ya no puede volver a atraparla.- Sentenció él.
- ¡Lo logramos! – Sonrió Brevt II
- ¿Cómo te sientes? – Preguntó Mae III
- ¡Estas helado! – dijo Tahya I tocándolo.
- Estoy bien – Dijo él – Pero aún sigo ahí, debo asegurarme de bloquearlo hasta que ella parta completamente.
- Dinos que hacer – Pidió Mae III
- Nada, no hace falta, estoy unido a ustedes ahora; nada malo podrá suceder. En el momento que ella parta, saldré de ahí.
- ¿Cuándo será eso? – Preguntó Mae X
- En pocas horas – Dijo él.- Yo les avisaré. Ahora vayan a sus casas a descansar.

Eran ya las 6,30 am; abrieron la puerta y salimos a la sala.

- Me quedé dormido – Dijo el muchacho de los tatuajes – No dejaba de escuchar el llanto, los golpes y trataba de despertar y no podía, buscaba llegar a tocarla a ella para hacer contacto y con su energía despertar y no podía, ni moverme, ni gritar…
- Yo no sé cómo, lo vi durmiendo y sentí necesario tocarlo, al hacerlo abrió los ojos y me contó que intentaba despertarse y no podía, que estaba en un lugar oscuro, con bruma, con frío y había llantos y gritos- dijo ella.
- Les advertí que debían estar alertas – Él les llamaba la atención – Estaban para cuidar, no para dormirse.
- Pero los ruidos venían de la habitación, aquí afuera todo parecía tranquilo – Acotó Traeyt II
- Sé que están cansados, menos mal lo despertaste – Siguió él – Debemos tomar conciencia de lo que hacemos. Esto no es un juego… Ahora vayan a descansar. Yo velaré un rato más.

Todos de despidieron con abrazos y empezaron a salir, Mae X y Tahya I fueron a descansar dentro de la casa, Traeyt II volvió al sillón donde dormía cuando llegamos. Él regresó a la habitación y se sentó en una silla al lado de Clari XI, yo lo seguí.

- Si lo deseas puedes ir a descansar.
- Prefiero acompañarte un poco más – fue mi respuesta, tenía tanto que preguntar.

Tomé una silla y la puse al lado de él, lo acompañé en silencio a velar a la mujer que parecía menos rígida ¿producto de mi imaginación? Algo era diferente en ella, su mirada perdida parecía calma ahora, sus manos ya no mostraban rigidez, su respiración era menos lenta, algo agitada a pesar de su inmovilidad… Los minutos fueron pasando. Él se agachó sobre sus piernas doblando su cuerpo como estirándose, al hacerlo vi en su nuca y espalda alta, arañazos…
¿Cómo? ¿De dónde? La gata de la casa no había aparecido y momentos antes cuando él se recostara sobre las piernas de la mujer, su nuca y espalda no tenían marcas… ¿Cómo era posible? ¿De dónde habían salido esos arañazos sangrantes en su nuca y espalda?
- ¿Puedo hacer preguntas? – Dije con voz baja
- Dime, ¿qué quieres saber?
- Tanto, que no sé cómo preguntar – Respondí.
- Más tarde, hacia la noche, después de la hora obligada del cierre del velatorio, vas a casa y te respondo cualquier pregunta, ¿está bien?

¿Velatorio? Daba por hecho que esa noche estaríamos velando a la mujer… No hice preguntas, esperé con él una hora mirando el reloj y su tranquilidad inamovible mirando a Clari XI, yo también la miraba, su rostro desencajado, su respiración agitada, sus ojos perdidos, me quedé mirándola hasta que no sé cómo, por cansancio pestañee… Eran las 7,30 am cuando ella hizo un sonido gutural y dejó de respirar, abrí los ojos y la miré, no respiraba, él sentado a mi lado, tranquilo, tomaba su mano. Me puse de pie, me acerqué a ella para comprobar su respiración, había fallecido. Lo miré.

- Murió
- Lo sé, ya descansa, está bien. - Fue su respuesta soltando la mano de ella- Iré a avisarle a la hija.

Se puso de pie, y se dirigió fuera de la habitación, yo; regresé a mirar a Clari XI, su cuerpo ya sin respiración, no mostraba ningún movimiento, me acerqué a cerrar sus ojos y su rostro desencajado minutos antes, estaba plácido, tranquilo, su boca que había estado abierta estaba cerrada y sus labios dibujaban una gran sonrisa. No pude explicarme lo sucedido, temblé… Fue extraño y emocionante, era el rostro de la paz, de la alegría en una mujer que hasta ese momento solo había mostrado un rictus de dolor.

Salí de la habitación, Tahya I había despertado y conversaba con él. Me despedí, necesitaba salir y caminar, respirar, tratar de entender lo sucedido.

- Te veo a la noche – Le dije al despedirnos.

Caminé durante una hora aproximadamente sin ningún rumbo, la ciudad despertaba y se llenaba de ruidos, el cansancio me ganaba y no lograba ninguna respuesta, me dirigí entonces a mi departamento a dormir. Debía estar lúcido, alerta, listo a recibir respuestas a tantas preguntas al caer la noche.

Fui al velatorio como a las 10 pm, él estaba ahí, había mucha gente… A las 11 cerraron y todos los presentes entre los cuales estaban los de la noche “extraña” se despidieron. Tahya I, él y yo, subimos a un taxi rumbo a su casa y al llegar como era su costumbre, lo primero fue preparar café. Ella se despidió cansada y se dirigió a dormir a su habitación. Él se sentó frente a mí.

- Aquí estamos ya, pregunta…
- ¿Debo creerte? ¿Quieres que te crea? - No tenía claras mis preguntas…
- ¿Crees que yo quiero que me creas?- sonrió- No… Ni debes creerme, ni quiero que me creas, quiero que investigues, que busques dentro de ti y crezcas, sí debes creerte y quiero que te creas.
- ¿Sabes que no es sencillo verdad? ¿Te das cuenta de lo extraño y a la vez absurdo de todo esto? Los ruidos, los llantos, las manos sobre tu cuerpo, la “visión” de paredes atrapando a una moribunda a merced de un “bicho planeta” llamado baba, el grupo de chicos y adultos formando una secta, logia, no sé cómo llamarlo…
Tu pedido de contar una historia que parece un cuento de hadas, con palabras simples y obvias como “teramar”, “consejo de las galaxias”, “burlones”, tu seguridad en los tiempos de muerte de una persona que muere en ese lapso, el frío, el miedo inevitable de sentirse y casual alimento de baba, si Dios existe, ¿Por qué no lo destruye como a Sodoma y Gomorra? ¿Por qué permite la existencia de un ser así? ¿Es real? ¿Existe? ¿Estás loco? ¿Están todos locos? ¿Es una trampa? ¿Una manipulación de la mente? …

- Son muchas preguntas juntas, trataré de responderlas en orden:

“Sé que no es sencillo ni pretendo que lo sea, lo fácil no suele nunca ser lo real y esto no es fácil, es tomar conciencia de quien se es y con ello, de las propias capacidades… ¿extraño? ¿Absurdo?
No te parece extraño y totalmente absurdo que el mundo este dominado por unos pocos, que aparezcan títeres ridículos, ignorantes, gobernando potencias económicas, tratando de involucionar los pensamientos, las libertades, insistiendo en posturas rígidas a conveniencia de esos pocos, intentando anular la educación, el conocimiento, los derechos de los demás…
No te parece extraño, absurdo, que todas las posturas defensoras del “amor”, limiten el amor entre sus creyentes solo para los creyentes, resumiendo la palabra a “caridad”, “ayuda”, “diezmo”, “arrepentimiento demostrado en una frase, oración, rezo”, total, ya eres “salvo”, “ya alguien murió por tus pecados”; si dices arrepentirte, puedes pecar que un rezo te salvará…
No te parece extraño tanto auge hoy de falsos profetas ofreciendo la “iluminación” para lograr tu paz y mejora económica en base a la alineación de tus chakras, tu aura, a cambio de una “pequeña” suma de dinero.
No te parece extraño, absurdo, que brindemos por el nuevo año levantando una copa y llenando de luces y estruendo los cielos, mientras tus hermanos de suelo sienten el estruendo de las bombas del otro lado de tu casa y brindan con el dolor de la sangre de sus niños.
Y eso es lo “normal”, lo “justo”, lo “lógico”; quemar tus árboles, arrancarlos de raíz, ser testigos de la desaparición de especies diferentes de animales y plantas a favor de la “normalidad”, del consumo obsesivo de la gente, que por consumir lo innecesario mata a sus semejantes, a su tierra, a sus hijos.
Podría enumerar miles de reflexiones como estas “Normales”… ”Es muy fácil cerrar los ojos y dejarse llevar por la corriente de un río manipulado por otros, por aquellos que se sirven de tu sangre, total, no es a ti a quien prohíben pensar, al menos “eso crees” no es en tu casa donde cae la bomba, no eres tú el que no tiene que llevarse a la boca y claro;
“Diosito, si existe, debe resolver” ¿Nada de eso te parece extraño, absurdo?
Los ruidos, los llantos, son lo menos extraño de todo lo que sucede en este mundo como “normal”. Las manos sobre mi cuerpo obedecen a una necesidad energética, somos energía en cuerpos, como electricidad corriendo por cables hacia focos, si no los enciendes, no prenden y no alumbran; un foco sin energía eléctrica, es solamente un cuerpo inerte, lo que da la luz, lo que mueve cada espacio del todo incluido tú, se llama energía y está siempre en movimiento y el contacto entre una y otra mano es el cable de conexión; Es simple, no tiene mayor ciencia entenderlo, basta recibir un abrazo de amor para creerlo.
El bicho llamado baba, como graciosamente le llamas, es la cabeza manejando los títeres gobernantes de la “normalidad” de tu mundo, incrustados hace mucho y cada vez con más poder en “la banca, el clero y la milicia”, aprovechando el miedo causante de ceguera, alimentándose de TODO a tu alrededor incluido tú.
El grupo de chicos y adultos formando una “secta o logia o clan o como quieras llamarlo”, seres que caminan con los ojos abiertos, pudiendo verse y por ello ver más allá de lo que es “permitido” por “normal” ver; Seres con ganas de luchar por un suelo “justo” por lo que sí es “AMOR”, por el respeto a la vida, a la creación, a los sueños, por la libertad de cada ser de SER. Un grupo de “locos” conociéndose y por ello descubriendo sus fuerzas y dándolas por amor a quien las necesite.
¿Tan absurdo es eso? ¿Tan anormal? ¿No crees que resulta triste reconocer como anormal, la posibilidad de ser más de lo que puedes parecer?

Te pedí contar una historia porque habiendo sido contada ya, fue arreglada con palabras y definiciones “difíciles” para “NO ser entendida”, para “manipular” con “eso” que los seres humanos “sienten” y no pueden explicarse…
¿La historia que te cuento parece un cuento de hadas y el que una serpiente hable con una mujer no?, mis palabras son simples, sí; lo creo necesario para que sean entendidas por “TODOS” no solo por unos pocos que creen saber más de lo que realmente saben. Me esforcé por aprender el idioma que ahora domino, no me resulta fácil usar un idioma con palabras para definir las cosas, son demasiadas palabras que dejan la puerta abierta a interpretaciones que por no ser claras, “cambian” la esencia de la idea. Mi lenguaje no es de manera natural un lenguaje sonoro, no de palabras… La historia que te cuento está en mi memoria escrita con imágenes, olores energéticos, sonidos internos… Si fuera a escribir los hechos como están en mi memoria, no podrías entender, salvo que fuera posible pasar mi mente directamente a una pantalla para que en ella pudieras ver todo lo que yo veo y eso no es posible, porque mis recuerdos, como los tuyos, no están en el cerebro aunque el cerebro sea capaz de encriptar los recuerdos llevándote al olvido de ellos por algún trauma, enfermedad o decisión… Aun sucediendo eso, tus recuerdos estarán en tu memoria energética y al perder el cerebro desencarnando, TODOS esos recuerdos volverán a ti. Mi cerebro humano, fue preparado para abrir por completo los “recuerdos” la memoria de un todo, trato de traducir de la mejor forma posible, esa memoria que no está en palabras pertenecientes a ningún idioma que puedas reconocer; Son formas, ideas visuales, cada forma e idea tiene un sonido que tampoco lleva letras; busco al hablar, las palabras más parecidas a dichos sonidos, ideas y formas y trato de simplificar para que se comprendan.
Muchos de los sonidos fueron ya antes traducidos a palabras en diferentes lenguas de tu tierra y por simples no “sirvieron” para confundir y dominar, por ello fueron tergiversados. Dime tú, ¿cómo suena el lenguaje de un gato por ejemplo? Riéndote dirás miau… ¿Pero estás seguro que es miau? No será: ¿Meow? ¿Weeoo? ¿Maaaa? ¿Sabes lo que significa cada uno de sus maullidos? ¿Podrías traducirlo en palabras siendo cada uno un simple sonido? ¿Estás seguro que de poder hacerlo, cada sonido es una sola palabra? ¿Es un conjunto de palabras formando una idea?
Claro… ¿los gatos no tienen ideas verdad? ¿Estás seguro de ello?
 “Teramar” Un lugar de agua, gas, partículas de polvo y piedra, grande y pequeño en la inmensidad, una imagen de paz, y movimiento, colores sin nombre produciendo sensaciones, un idea explicada con un sonido no definible con letras…
“ttttttttddddreeeeerrrraaaaaammmmnnnaaaaaaaahhhhrrrr” escríbelo.”

Su voz al pronunciar ese conjunto de letras, ese “sonido” tomó tonos musicales que fueron del grave al agudo, como un mantra, yo, pudiendo cantar, no podría repetirlo; fue extraño, más extraño que todo lo demás… Tan extraño que provocó en mí una emoción agradable que llenó mis ojos de lágrimas… ¿Ante qué, ante quien estaba? Siguió respondiendo.

“Mi seguridad en los tiempos de muerte de una persona obedece a mi capacidad de ver el movimiento de su energía dentro de su cuerpo, su color al ir dejándolo, el conocimiento por haber visto mucho, del trayecto de la energía al desencarnar; El frío por el lugar que estaba visitando, mi cuerpo al estar ahí en una zona congelada, despedía a mi alrededor aquí, el frio al cual estaba siendo sometido, ¿lo sentiste?, ¿Cómo puedes no creer en lo que tú sentiste?... Miedo inevitable de sentirse… Es verdad, si solo te dejas arrastrar por esa corriente es inevitable, pero si nadas, lo anularás y lograrás salir a flote y llegar a puerto sin ser alimento para depredadores…
No es casual que el miedo sea el alimento de baba, el miedo es una energía que anula, bloquea, restringe, debilita, destruye y baba es la anulación de la energía, la destrucción de lo creado. ¿Es real? ¿Existe? Tú dirás… ¿Existe la energía? ¿Existe la NO energía?, ¿El punto 0? ¿La ciencia no dice nada al respecto? Tal vez te convenga leer un poco sobre ese tema…

¿Si Dios existe, por qué no destruye a baba como destruyó a Sodoma y Gomorra? ¿Por qué permite la existencia de un ser así? ¿Es lo que aprendiste verdad? Lo que te enseñaron, los conceptos implantados de bien y mal, generación tras generación degenerando, distorsionando la verdad.

Dios NO destruyó a Sodoma y Gomorra, el planeta que habitas es un cuerpo vivo, en movimiento; es natural que esta tierra tiemble, se mueva, escupa el magma de su centro, pero claro; habiendo creado un Dios destructor, es más fácil manipular por miedo a los menos instruidos que por conveniencia siempre son los más.

Tú Dios, ese que te enseñaron desde niño, ese a quien le oras y le pides “Prosperidad”, “Un romance”, “Un buen matrimonio”, “Buenas notas en los exámenes”, “La salud eterna de tus seres cercanos”, “buena suerte”, es un Dios creado a tú imagen y semejanza, un Dios en quien te conviene creer para esperar en lugar de dar y culpar si no obtienes aquello que no generas.

Ese Dios NO EXISTE. Es una irrealidad creada para conformarte y manipularte manteniéndote dócil y fiel a las ideas aprendidas.

¿Eso es lo “NORMAL” verdad? Sin embargo sí existe un “Dios”, “Dews”, “Alá”, “Yave´”, “Jehová”, “señor”, “Adhonái”, “Elohím”, “Eloah”, “Alfa y omega”, “Abba”, “Padre”, “Ente superior”, “Arquitecto”, “Creador”, “Él”…
Hay tantos nombres que parecieran muchos Dioses siendo todos uno solo. “Creación” “Amor”, energía fluyendo, creciendo, transformándose y recreándose, movimiento, vida. ¿Cómo podría destruir la fuente de la creación, la vida? No, no puede, no debe destruir a baba, ni a nada; dejaría de ser creación.
Entender el concepto real, la idea de “DIOS” es algo imposible si para hacerlo tratas de imaginarlo a través de tus ojos y palabras, pues habrás creado una idea por tu entendimiento aprendido, a tu imagen y semejanza. Muy cómodo, claro que sí; conveniente para “no verte”, para no esforzarte, para no abandonar tu zona de confort, pedir, siempre pedir y no dar… Es tu decisión aferrarte a un “Dios” que justifica tu egoísmo, tu miedo, tu ego, nadie puede ni debe cambiar o evitar tus decisiones partidas de desconocimiento, indecisión y comodidad, solo tú, pero solo podrás hacerlo, si dejas a un lado tu vanidad al creerte muy maduro cuando en realidad usas pañales… Lo más difícil para conocer, para aprender querido amigo, es desaprender lo aprendido.
¿Estoy loco? ¿Están todos locos? ¿Es una trampa? ¿Una manipulación de la mente? Lo dejo a tu criterio…Pero sí te digo que amo estar loco y amo a los locos que deciden enloquecer a conciencia y sacarse el traje de “la cordura”, Son capaces de abrazar y dar, de entregar la vida del cuerpo por la vida real de todas las almas, incapaces de dañar, listos siempre para ayudar…Son ellos, los locos que en la historia de tu mundo, quienes por dejar su zona de confort, sus comodidades, lo convenientemente aprendido, lo fácil, Abrieron los ojos al amor.

- ¿Quién eres tú?
- ¿Otra vez la misma pregunta?… Soy el único que puede enfrentar a baba y regresarlo al lugar que pertenece. ¿Tienes más preguntas?
- Por el momento no…

No supe como formular más preguntas, tuve miedo de respuestas que no pudiera entender… Que confirmaran lo que sin querer ver estaba sintiendo.

- ¿Ahora podemos seguir escribiendo? – Dijo encendiendo la computadora.
- Sí.

Respondí sentándome frente a la pantalla, sintiendo un compromiso conmigo mismo ante la “historia” donde podía, debía hallar todas las respuestas.

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