ENCRUCIJADA DIMENSIONAL
EL GUARDIÁN
Éramos cuatro en esa habitación. Él, yo, la mujer enferma y su hija… La mujer
no podía hablar, un tubo en su garganta lo impedía, hacía
señas para comunicarse y movía los labios, pudiendo salir de su boca ruidos
guturales que aun siendo de bajo volumen, servían a su hija para entenderla y
así poder traducir sus palabras:
- Al llegar la
noche me despierto, paso horas preguntándome ¿qué más va a suceder? ¿Qué me
espera mañana?
Sus ojos se
llenaron de lágrimas. Él la miró como si no pudiese entender la pregunta, era
simple y dolida, una pregunta real y angustiada de una mujer postrada en una
cama, sin entender por qué luchar, sin saber siquiera cómo luchar contra la
enfermedad que la mantenía ahí.
- Va a suceder lo
que tú decidas.
La respuesta de él
era ambigua, tonta; ¿Cómo podría ella decidir sobre su enfermedad?
- ¡Yo quiero
vivir! - Sus ojos llenos de lágrimas suplicaban por una cura milagrosa.
- La vida no tiene
fin, lo sabes… Vivir es ser y tú eres, no pierdas la fe en ti; Te lo digo una
vez más, te lo he repetido mil veces y dices creer, pero dudas… Las dudas solo
te crean miedos, los miedos te estancan sin dejarte salir del punto inicial…
¿qué sentido tiene?… Tú sabes muchas cosas, hemos conversado mucho ya, has sido
testigo de tanto, tu fuerza es tu seguridad en ti, no tu temor.
- Tienes razón…
Perdona – Contenía sus lágrimas con aparente serenidad.
- Hablamos en dos días – Le dijo Él - Vendré para
conversar.
Besó su frente,
ella apretó su mano entre las suyas, luego él se puso de pie y salió de la
habitación. La hija de la mujer, preocupada le mostró a él un cuaderno en donde
la mujer escribía cuando sus señas no eran suficientes para comunicarse, él
leyó y arrancó una página guardándola en su bolsillo.
- Es un mensaje
para mí – Le dijo a la chica
- Sí, lo sé –
Respondió ella preocupada.
- Regresaré,
quédate tranquila, nada malo sucederá. – Un abrazo fue la despedida de ambos.
Caminó en
silencio… Lo seguí, como venía siguiéndolo desde que asistí a uno de los cursos
que ofrecía en sesiones artísticas de eso que él llamaba arte alquimista y a
pesar de pensar que aquello no era más que un juego, no pude evitar sentirme
pleno, verme a mí mismo como algo más que un simple escritor novato, creer por
un momento que podía ser parte de una fuente de algo que a pesar de no ver, en
esas sesiones pude palpar. Detuvo un taxi y me ofreció con una seña subir. Lo
hice, quise hacerle preguntas, pero todo el camino tarareó la música que el
taxista llevaba y opté por no interrumpirlo, por fin al llegar a la dirección
que anotada en un papel él diera al chofer, nos bajamos. Habíamos llegado a
otra casa, lo acompañaba a hacer otra visita. Le había pedido ir ese día con él
como aprendiz, para poder entender eso que habiendo sucedido en mí, no lograba
precisar.
- ¿Puedes
salvarla? Fue la pregunta que la joven de cabello negro le hizo en cuanto abrió
la puerta
- ¿Qué es para ti
salvarla? – fue su respuesta.
Entramos a la
casa, en la sala estaban reunidos un muchacho y un hombre muy mayor. La joven
nos guió hasta la puerta de una habitación, quise entrar, pero él me detuvo con
un gesto e ingresó solo… Me senté en la sala a esperar, era notoria la
preocupación en el muchacho y la joven, el viejo más que preocupado, se veía
triste, desolado. El tiempo transcurría en una espera incómoda, sin palabras, único
sonido en el ambiente, los gemidos de un perro que deambulaba de la puerta de
la habitación a la sala incansablemente.
Por fin se abrió
la habitación, todos nos pusimos de pie y salió él, dejando la puerta del
cuarto entre abierta, lugar por donde el pequeño perro aprovechó para ingresar.
Él nos miró y dirigiéndose al viejo le hizo un gesto para que ingrese a la
habitación.
- Ella lo espera…
- Gracias… - El
hombre ingresó emocionado, con los ojos llenos de lágrimas.
- ¿Está bien? -
Preguntó el joven
- ¿Se salvará? -
Repitió la chica
- Está bien. -
replicó él - no tiene nada de que salvarse… Los errores cometidos pueden
arreglarse aún, ella lo quiere así.
El con esas
palabras daba por cerrada la explicación.
- ¿Puedo verla?
–preguntó el chico
- Cuando el señor
salga, ella los irá llamando uno a uno… - El joven agradeció y jalando una
silla cerca de la puerta de la habitación, se sentó a esperar.
- Nos vamos – Dijo
él dirigiéndose a la puerta de ingreso. La joven nos acompañó.
- ¿Morirá? –
Preguntó ella con temor.
- Todos lo hacemos
tarde o temprano – Dijo él – Es parte de la vida.
- Lo sé…Pero tenía
la esperanza de que se salvara – Insistió ella.
- ¿Salvarse de
qué? ¿De morir como todos?
- Sí…
- ¿Por qué habría
de hacerlo? – Respondió él – Es muy mayor ya, ha tenido una vida plena y los
pequeños problemas familiares son simples y rápidos de resolver.
- Ella le teme a
la muerte – Aseguró ella
- No, ya no.
- Ella no debería
morir… es buena y…
- Todo ser humano
es mortal… ¿Acaso no es bueno el niño que “muere” a corta edad? No es bueno el
hombre que en este momento “muere” asesinado en una guerra? ¿Por qué ellos
deben morir y ella no? ¿Acaso la muerte no es parte del ciclo normal de la
vida? ¿por qué habría de romperse en este caso? ¿sería justo?
- Ella tiene
terror…
- Todo ser humano
le teme a lo que no conoce, el temor suele nacer de las dudas y la imaginación
creando culpas aprendidas… Hemos hablado ya de eso y ahora está tranquila.
- ¿Morirá
entonces?
- Sí. Deben
prepararse, preparar a todos en la familia y facilitarle a ella la comunicación
con quienes lo pida, ella está y estará bien – Sentenció él.
- Gracias… ¿Cuánto
te debo? – Dijo la chica casi sin voz.
- Nada. Respondió
él.
- ¿Nada? Pero has
venido hasta aquí… tú tiempo, tú ayuda…
- Es mi deber –
Sonrió él.
- Por lo menos
déjame pedirte un taxi y correr con el gasto.- Pidió ella.
- Está bien. –
Respondió él.
Yo no entendía lo
que estaba sucediendo, era todo tan irreal…
- Perdóname – Dijo
ella – ¿Puedo preguntar en qué tiempo más o menos? Los médicos la han
desahuciado, pero no dan aproximados.
- Tres días –
Aseguró él.
El taxi llegó y él
despidiéndose subió, yo atónito subí con él, la chica nos despidió con una
sonrisa y lágrimas en los ojos – Gracias… - Fue lo último que dijo al arrancar
el auto.
En el camino él
iba en silencio, sacó el papel que arrancara del cuaderno en la visita
anterior, lo leyó, volvió a guardarlo y frunciendo el ceño siguió sin decir
nada, con la mirada perdida en pensamientos que no me atreví a adivinar, yo
quería entender y no sabía cómo preguntar…
- ¿Puedes
ayudarme? – Su pregunta interrumpió el silencio.
- Claro… -
Respondí sin saber de qué se trataba.
- Gracias… -
Sonrió y sin explicar nada volvió al silencio, soporté unas cuadras más del
viaje hasta que decidí iniciar la conversación.
- ¿Haces esto a
menudo?
- ¿Esto?... ¿Qué?
- ¿Visitar a las
personas enfermas para aconsejarlas sobre la muerte?
- No, no tan
seguido, tengo que trabajar...
- ¿Por qué lo
haces ahora?
- Porque me lo han
pedido y tengo libre la tarde…
- ¿Volverás a la
casa de la señora antes de los tres días?
- No, no es
necesario…
- ¿Y a la de la
primera mujer?
- Sí.
- ¿Por qué?
- Porque es
necesario…
Las preguntas
parecían responderse sin verdaderas respuestas.
- ¿A ella si le
cobrarás?
- No.
- ¿La visitarás
más veces?
- Sí.
- ¿Gratis?
- Sí.
- ¿Nunca cobras?
- No.
- Pero es tu
tiempo, tú trabajo, tiene un valor…
- No, no es mi
trabajo, mi trabajo es ser artista, enseñar artes, dirigir, escribir, crear;
cobro por eso.
- ¿Y las horas que
dedicas a esto no son trabajo?
- No… Las aves
trinan y regalan sus bellos sonidos, es un don, ellas no cobran por dar su don,
tampoco el ser humano que canta por cantar y regala alegría con su don; Cobra
el que hace de su don una profesión y estudia y se prepara y se sube a un
escenario y canta en un espectáculo; Es un cantante, es su trabajo… Mi trabajo
es la pintura, la música, la actuación, la dramaturgia; Estudié, me preparé
para ello, doy clases, pinto, me subo a escenarios... No estudié consejería o
sanación.
- Pero en los
horarios que vas a ayudar, podrías estar haciendo tu trabajo y ganando dinero
por ello…
- Sí…
- ¿Ayudas y no
recibes nada a cambio? No tiene sentido…
- A veces también
me ayudan, digamos que los dones se dan y se reciben como trueque, si das hoy recibirás
mañana, no necesariamente de quien ayudaste, al contrario, al dar se abre una
cadena que envuelve a muchos… Ahora por ejemplo, tú me ayudarás.
- ¿Cómo?- No lo
sabía aún.
- Escribiendo.
- ¿Escribiendo
qué?…
Habíamos llegado
ya a su casa. Bajamos del auto y nos dirigimos a la puerta que abrió
rápidamente invitándome a pasar, ingresé y me senté en un asiento que me
señaló, mientras hablaba y ponía a pasar café.
- No tengo mucho
tiempo… El tiempo por no ser, es tan poco controlable para mí… Necesito plasmar
una historia, sin riesgo esta vez, de ser cambiada.
- Cuéntame de qué
se trata y la escribo – Respondí con curiosidad…
- No. Así no… Si
te cuento y luego buscando las palabras “perfectas” corriges y creas según te
parece, lo que te cuente quedará en tu interpretación y no será exacto.
- No lo sabes…
- Sí lo sé. Ya
antes conté partes de esta historia y cada hombre que a su vez la contó agregó
y quitó según su criterio y entendimiento, lo que le pareció correcto,
innecesario o necesario, según su ignorancia, miedo, necesidad o ambición. No
quiero repetir la historia de la desinformación, ya hay mucho de eso…
Sacó el papel
doblado de su bolsillo y lo leyó:
“Estaba sentado
frente a mí, en la silla de ruedas, en el rincón; Mi hija entró a darme la medicina
y no pudo verlo, yo no sabía si decirle o no, no quería asustarla, él era gris,
pero no parecía persona, era muy grande y deforme, más parecía un sapo o algo
así; Cuando ella salió del cuarto me dijo: Dile a él, al que se cree mucho, que
esta vez no podrá… Que deje de mentirte. Se rió horrible, vino hacia mí y me
tapó los ojos, su mano parecía mojada, húmeda… No podía hablar, ni gritar, ni
moverme, solo atiné a llorar hasta que tú llegaste y se fue.”
- ¿Alucinación? –
Pregunté
- Si no supiera
quien es él, podría pensar lo mismo que tú, pero ya lo he visto antes, lo
conozco y su mensaje es clarísimo para mí…
- ¿Un fantasma?
- Hum… Un ente
vivo en desdoblamiento utilizando la cuarta dimensión.
Su mirada sobre mí
era fija en ese momento… No sabía si reír, huir o molestarme… El parecía
completamente convencido de lo que decía, yo no sabía qué decir, cómo actuar…
- No lo entiendo,
pero quiero ayudarte, dime cómo hacerlo.- ¿Realmente quería hacerlo?
- Escribe, ahora…
- Encendió su pc.
- Está bien - Me
senté frente a la computadora - abriré un archivo nuevo – Lo hice -listo… ¿Cómo
debo llamarlo?
- Reset – Sonrió…
- ¿Reset? – Me
pareció gracioso el posible título – Está bien -Escribí el título – Adelante,
te escucho – No entendía nada.
- Gracias. Voy a
pedirte que no omitas nada; Que no cambies nada, aunque lo que te dicte, te
parezca ilógico, irreal.…
- ¿Puedo hacer
preguntas?
- Solo si hago una
pausa y te doy la opción, Tal vez lo haga si te veo muy confundido.
- Está bien,
escucho... – ¿Podría estar más confundido?
- Esta puede
parecerte la historia más loca, absurda, tal vez la más ingenua que hayas oído,
sin embargo es mi historia y por ello, también es la tuya.
Lo dejé hablar, lo
necesitaba, necesitaba saber que era esa sensación de “deber” ante su pedido,
que impedía que me negara y me fuese, ¿Yo estaba sufriendo una manipulación?
¿Una forma de hipnosis? ¿Por qué estaba escuchando y escribiendo y creyendo que
era correcto si no sabía de qué se trataba? Quise saber, ver a donde llegaba.
Escribí textualmente:
“En un principio
todo era un solo cuerpo, una sola etapa, una sola forma… Al crearse los
espacios, todo fue creciendo y tras un parto de la sola forma los espacios se
dividieron… Todos doblándose sobre sí, todos en un mismo espacio pues todos son
un mismo cuerpo, más cada espacio es individual y en cada uno la vida sigue
camino… Un espacio sobre el otro, ciegos entre sí, se tocan, se besan mas no se
identifican, no pueden verse; No con los ojos, sí con los sentidos de estar
estos abiertos al entendimiento o ser lo suficientemente cristalinos.
Iré en orden
numeral, aunque no es un orden rígido ya que los espacios están todos en el
mismo lugar y todos coinciden en sus límites, más de forma circular, espiral,
que en línea.
El primer espacio
o primera dimensión, es aquella a la que llega todo ser nacido corpóreo cuyo
grado de razonamiento da apertura a la responsabilidad de la conciencia, sea
cual sea su tierra de origen o su forma primigenia, allí llegan todos los que
reconocen su partida una vez desencarnados. Es una etapa de depuración. Lugar
del descanso regenerador de la energía que al no poseer una antena ya, necesita
un océano donde renovarse, espacio del sueño reparador, aún si este ser no ha
logrado dar apertura a su conciencia. Al ingresar al lugar los ojos dejan de
ver hacia afuera para ver hacia adentro; Todo lo externo se vuelve oscuro,
indefinido, bruma… En esta fase el sueño ante la necesidad de recargar
energías, se vuelve un sopor inexplicable. El tiempo sin tiempo ante su no
existencia cobra recién forma y para quien mide sus horas es un tiempo
interminable, pesadamente indefinible, aunque en realidad al medirlo en el
tiempo de esta realidad física por ejemplo, sea un tiempo de 30 a 40 días
aproximadamente... Los oídos ahí, despiertan por momentos cortos hacia el
entorno para escuchar protestas y gemidos de otros seres que no se pueden ver.
Todos pasan por la depuración de sus emociones y sólo parten de ahí luego de
obtener la resignación y tranquilidad, hacia el camino de evolución que les
corresponda en las dimensiones. Unos tardan más que otros en este espacio,
entre quejidos y lamentos para alcanzar la paz del entendimiento de su nueva
forma. Para soltar los lazos con otros seres o ideas corpóreas… Para lograr el
entendimiento del desapego de la carne y los amores carnales. Entran y salen.
Una y otra vez se repiten los ingresos y los reclamos de las almas
desencarnadas. Es el primer espacio, el lugar del sueño curativo, dimensión de
descanso y mirada interior obligatoria, lugar del silencio para la auto
evaluación.
La segunda
dimensión, pertenece a los seres cuyo razonamiento es escaso, simple, lugar de
almas sin conciencia a donde llegan una vez desencarnados a sumarse
energéticamente unos a otros para lograr ser una fuerza de equipo... Los seres
que la habitan poseen cuerpos sin carnes, fugaces, intermitentes, se ven entre
sí mas no se tocan, se abrazan sin contacto, sienten el abrazo de todos en su
ambiente, viven una eternidad de juego, de frescura; Han cumplido con su
objetivo vital en cuerpo, para ellos nace el momento de volar entre espuma,
prados, cielos, hasta convertirse en almas que cuidan como luces las
naturalezas de la tercera dimensión a la que pueden ir y venir cada vez que su
liviana frescura sea necesaria… En este espacio se escuchan cantos de muchas
aves mezclados con muchos sonidos animales. El paisaje es verde o amarillo o
rojo según el recuerdo de sus tierras, con cielos y mares se unen en bucles de
distintos colores; con viento girando entre ellos de color arco iris. Es el
lugar alegre de los espíritus simples, que sin necesidad de mayor razonamiento
danzan entre los rayos del amor. A este sitio llegan a quedarse todos los seres
llamados inferiores que por tener un razonamiento muy elemental, no necesitan
estudio para evolucionar, pues ya son aunque aparentemente pequeños, una fuerza
de amor, guardianes evolucionados desde su creación.
La Tercera
dimensión es corpórea, cruza todos los rincones de los espacios y en ella
nacen, crecen y pierden el cuerpo seres de diferentes formas, de diferentes
mundos. Seres de niveles varios de inteligencia, desde los más simples hasta
los más mentales, desde los más sintientes a los más insensibles, de los más
básicos animales a los más evolucionados. Todo el tiempo nacen nuevos brillos y
se oscurecen rincones, todo el tiempo brotan vidas de las diferentes tierras y
perecen volviéndose polvo… Todo es creación y crecimiento y lo llamado
destrucción por ser natural, no es más que una transmutación. Nada se destruye,
es energía corpórea en movimiento. Es el lugar donde se disfrutan los placeres,
los apegos… Es el lugar donde el conflicto de la dualidad mantiene las formas
buscando sus caminos y las mentes son sordas a lo no visible… Es este lugar, tu
casa, tu tierra, tus campos y tus mares, tus hermanos, tú y los campos lejanos
de otras tierras cuyas distancias te tomaría millones de vidas cruzar. Es la
primera escuela de individualidad en donde las almas crean sus mundos
independientes de su conciencia y el camino es encontrar y hacer nacer su
conciencia para entender que siendo independientes, son parte del todo.
La cuarta
dimensión se fusiona con la tercera porque no tiene imagen propia. Es como un
pasillo, lugar de tránsito una vez perdido el cuerpo; De allí se parte a la
primera cuando eres consciente de haber desencarnado o se escoge seguir en un
encierro de espacio sin espacio, aferrándose al cuerpo inexistente por decisión
para deambular luego hacia el estancamiento, la involución, por el simple hecho
de la no aceptación al cambio o el desconocimiento del mismo.
Lugar de Almas
confundidas, que sin entender lo sucedido a sus cuerpos, tratan de entablar
contacto con los seres físicos de la tercera dimensión buscando respuestas.
Éstas almas se cruzan con los espíritus errados que, aferrados a su mundo
físico anterior, deambulan ciegos a su realidad no corpórea, juzgando, no
asumiendo responsabilidad alguna de su camino, buscando venganza sobre seres
cercanos a quienes hacer pagar sus errores a través del miedo. En ese espacio
tan cercano al tercer espacio, viven los seres que al perder su materia, saben
que han desencarnado y se niegan a entender y aceptar su partida, quedándose
ahí sin medir tiempos, no entrando a la primera dimensión. Allí se mezclan las
almas confundidas, las erradas, algunas negativas, otras neutras, otras
positivas que una vez emprendido su camino de evolución a la quinta dimensión
llegan esporádicamente ahí, para acercarse a dar consejos sutiles a sus seres
amados. Los habitantes de este espacio, van y vienen cruzando todas las
cercanías de la tercera dimensión y tratan de hacerse notar, aún en los mundos
a los que nunca pertenecieron. Todos se cruzan entre los cuerpos vivientes de
la tercera, cuyos ojos normalmente no pueden ver, aunque sus sentidos en muchas
ocasiones puedan sentir. En este espacio viven los seres que se aferran a su
cuerpo, tierra, ambiciones o egoísmos y no logran ni el descanso, ni la
felicidad; De este lugar aquellos que dejan de estar perdidos entendiendo la
realidad de haber desencarnado y lo aceptan, parten hacia el primer espacio.
Aquellos que no lo aceptan, deciden quedarse a reclamar su espacio corpóreo por
eternidades que no pueden medir… Todo parte de una decisión en libertad…
Aquellos que siguen camino son meros visitantes esporádicos. Aquellos que
deciden dañar, entran y salen del espacio buscando tocar la tercera dimensión,
aquellos que deciden ayudar, también necesitan este pasillo, para llegar a la
tercera y poder comunicarse.
- Detente por
favor… ¿Dimensiones?
- Sí. Puedes llamarle
dimensiones, planos, espacios, lugares, como quieras, los títulos varían en los
diferentes idiomas…
- No, no se trata
de como quiero llamar o no a una cosa que no entiendo y me suena a delirio de
fiebre… ¿Me estás queriendo decir que esto es real, que hay tercera, cuarta,
dimensión?
- Te lo explicaré,
pero por favor, escríbelo
La quinta
dimensión es la de la mente, del razonamiento y entendimiento de la siguiente
etapa después de la corpórea. Es la segunda escuela de evolución a la que
llegas solamente, si has logrado completar tu nivel evolutivo en la tercera o
de no haberlo conseguido, logras completarlo desde la cuarta, te tome el tiempo
que te tome. Es un lugar con espacio propio de paisajes variados y físicamente
tan real como la tercera, aunque mucho menos densa…
Arquitecturas de
todos los tiempos y lugares del universo se muestran ahí, las historias de cada
uno de esos lugares y tiempos. De cada lugar salen diferentes melodías, todas
suaves. En ese lugar están los seres de cuerpos livianos con imagen propia
según su anterior encarnación o la suma de las que tuviere de ser el caso, que
siendo visibles, tangibles, reales, son físicos mas no corpóreos. Ahí, tienen
que prepararse en las diferentes escuelas del razonamiento para seguir completando
su camino evolutivo. Necesitan adquirir el conocimiento de las propias fuerzas
y el reconocimiento de la unidad. La comprensión de todas las cosas, de todas
las razones, de todos los lugares, de todas las historias de todas las
especies, de todas las formas y entendimientos individuales.
Ahí se entienden
todas las artes, las lenguas y todas las ciencias.
La sexta dimensión
es un lugar sin forma propia, con espacio libre cambiante según las distintas
ideas. Son sus habitantes quienes le dan las diferentes formas. Los paisajes
cambian de formas y colores formando un extraño cuadro surrealista de imágenes
que aparecen y desaparecen según quien se encuentra creando, viviendo su
espacio... Seres de formas distintas, algunos hermosos, otros monstruosamente aterradores
aparecen y desaparecen de la misma manera. Mezcla de voces, risas, músicas,
estruendos, gritos, llantos, quejidos, ansiedades, desesperación… La sexta
dimensión es un lugar creado para ser cambiado al antojo de las almas que
escogen quedarse ahí. Que no aceptan su partida del cuerpo físico, a pesar de
saberla real, que no quieren vivir más verdad que aquella que de tantas
mentiras creyeron real… Se engañan, huyen de sí mismos por temor a mirarse y es
ese temor y facilismo lo que los lleva a vivir un cuento. Mentes aferradas a
creer lo inexistente y vivir en sus paisajes imaginarios mezclados con sus
peores pesadillas, lugar de soledad insoportable, donde todo lo inventado se
desvanece para aterrar... Ahí llegan quienes conscientes de su partida, aún
después del descanso en la primera, deciden abrazar sus “fantasías”, sus
errores como no cometidos, buscando “culpables” de sus propias
responsabilidades, donde no existen culpables… Es tan simple salir de ahí y sin
embargo por serlo, quienes llegan ahí, suelen tardar eternidades de auto
tortura sin hallar la salida.
- ¡Espera!
Lograste marearme… suena tan… tan… ¡No sé! De hecho si pudiese elegir me quedo
con la quinta – Sonreí como idiota… No sabía que decir.
- Es la sexta
dimensión el lugar a donde ella iría si no logro ayudarla.
- ¿Ella?
- Sí, ella con sus
actos inconscientes, con su insistir en vivencias irreales, en falsedades, en
argumentos injustificables para justificar mentiras, buscando excusas donde no
existían, evadiendo sus responsabilidades, aferrándose toda su vida humana a lo
físico aun sabiendo que existía otra forma, eligió ese camino en esta
dimensión, pero aún está aquí y podría cambiar el final de esta etapa y con
ello su destino.
- ¿Quieres decir
que ella sí o sí se irá a esa sexta dimensión?
- Sí, si no logra verse antes de partir.
- No entiendo…
¿Cuál es el problema si eso sucede? Dices que cada cual elige, que existe
libertad de elección, luego; ¿Déjala ser no? ¿Por qué intervenir en este caso?
- Porque ella
eligió otro camino antes de venir a esta etapa, ella sabía más de lo que otros
saben, ella fue parte del grupo inicial.
- ¿Grupo inicial?
Ahora sí que no entiendo nada… ¿Qué grupo es ese?
- Un grupo que por
ser parte del principio del caos aquí, se comprometió en una venida para sanar
el daño hecho.
- ¿Un grupo del
principio del caos? ¿De qué hablas? ¿Qué grupo?
- Los primeros
seres que llegaron a tu tierra.
Hubo un silencio…
Este hombre aparentemente normal, sereno, de mirada firme y sonrisa abierta
para todos, este hombre que ayuda sin cobrar, que forma grupos de teatro para
hacerlos amarse como personas levantando su autoestima, este hombre que canta
alegrando a otros, ¿me estaba tomando el pelo con tanta seriedad?
¿Ángeles?
¿Demonios? ¿”Hijos de Dios buscando mujer entre los hombres”? ¿Anunakis?
¿Nefilins? ¿Religiones?, ¿Sectas?, ¿cosas paranormales?, ¿cielo, infierno,
brujerías? ¿Todo mezclado en un mismo tema? ¿Qué seguía? ¿La lectura del
tarot?... No sabía si detener ahí la charla, por supuesto dejando de escribir y
salir de la habitación, o atreverme a preguntar.
-
¿Extraterrestres?
- Sí, si quieres
llamarlo de esa manera.
- ¿Si quiero?
- ¿Realmente crees
que existe en la tierra un solo ser que sea solo de esta tierra? ¿Por qué poner
una etiqueta? Extraterrestres, extranjeros, diferentes… Da lo mismo cual es el
origen cuando se comparte el mismo suelo, la misma risa, el mismo sueño, el
mismo amor.
¿Este hombre
sufría de Esquizofrenia? ¿Paranoia? ¿Alucinaciones? ¿Estaba loco? ¿O estaba
loco yo al quedarme, escuchar y seguir escribiendo?
- ¿Cómo sabes este
asunto de las dimensiones?
- Las conozco, he
estado en ellas.
- ¿Qué eres?
¿Quién eres?
Postergar más
tiempo esa pregunta ya no tenía objeto.
- Algo que en tu
tierra llaman Walking
- ¿Un caminante?
¿Un ser de otro mundo habitando un cuerpo humano, tratando de recuperar sus
recuerdos?
- Algo así, pero
no tengo nada que recuperar, llegué aquí con todos mis recuerdos intactos…
Escríbelo por favor.
Lo hice, no sé si
por curiosidad o porque la historia por alucinante que me parecía, sonaba
después de haberme leído tantos libros sobre temas new age, ufología,
religiones, auto ayuda… De cierto modo interesante:
- Mi primer
nacimiento corporal, se dio en una comunidad en la que todos eran padres y nos
enseñaban a los pequeños a crecer en un camino de amor, recién viví esta vida
terrestre poco antes de cumplir los ocho años de edad humanos, llegando a este
cuerpo con la memoria fresca para recordar todo lo acontecido antes de mi
llegada y los sucesos que se dieran desde ese momento hasta hoy, antes de esa
edad mis recuerdos terrestres NO EXISTEN, sin embargo, llevo muchos recuerdos
anteriores, tan claros como si hubieran sido vividos ayer.
- ¿Tus padres te
llevaron a un psicólogo?- Se rió antes de responder.
- Fui ante un psicoterapeuta
y este tan solo dijo que por escapar mi "caso" de sus conocimientos y
sus posibilidades, prefería "no opinar", recomendándome no contar mi
historia; y evitar consultas psicológicas, menos psiquiátricas. Luego en lugar
de "curarme", evitó mi presencia.
- ¿Qué recuerdas
de tu vida física de antes?
- Soy miembro de
una raza llamada Dheva, soy un ser cuyo nacimiento corpóreo se dio en otras
distancias. Específicamente en un lugar llamado Nibiru, planeta iluminado por
la estrella Sirius, hoy destruido.
Fui testigo de la
desaparición de especies de vida y lugares de luz, así como del nacimiento de
nuevas formas, registrando en mi mente momentos antiguos de este lugar azul,
planeta tierra, al que llamábamos Teramar. Vi la vida desde una perspectiva
diferente al ser humano y conocí eso a lo que llaman muerte abrazando mi piel,
llevándome a lugares ocultos a las almas nuevas.
Tengo la
oportunidad de estar aquí, conservando intactos mis recuerdos, viviendo una
etapa en donde la historia antigua amenaza repetirse y no puedo callar. Por eso
necesito que escribas textualmente lo que iré narrando, mi conciencia me obliga
a contar lo que no se sabe, lo que fue olvidado, lo que se ha mal interpretado,
lo que se perdió en la memoria del tiempo, esperando dejar en mis relatos las
imágenes de mis ojos, para ser vistas por todos los ojos que busquen la unidad
de los hermanos del universo, haciendo de lado el miedo que cierra el camino
hacia el conocimiento.
- ¿Me estás
diciendo que eres extraterrestre?
- Sí… Tal vez lo
que estoy diciendo parezca, por estar fuera de los conceptos comunes de
“realidad”, el producto de una mente enferma o de una gran imaginación. Sin
embargo, estoy dispuesto a enfrentar las críticas como ya lo hice otras veces,
pues creo que más importante que cuidarme de lo que digan de mí, es decir lo
que tengo que decir.
- ¿Es broma
verdad?
- No. Hablo con
verdad, pues es la única manera posible de contar mi historia y aunque sería
fácil omitir lo que aquí expongo y decir simplemente que lo leí o que me lo
contaron, o que tengo una gran creatividad, prefiero hablar claro y no ser
desleal ni conmigo, ni contigo, con nadie. Te narraré una historia de vida
individual corpórea, en la que se oculta la historia de la vida, simplemente
una verdad... Mi Verdad.
- ¿Quieres decir
que tú eres?
- Soy el Guardián,
el último dheva.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario