CAPÍTULO DIEZ
EL CATACLISMO DE LA OSCURIDAD
LA NOCHE ETERNA
Pasaron tres meses y dos semanas antes de
volver a verlo. En su última llamada telefónica me había expuesto que
suspendería el taller hasta nuevo aviso, que necesitaba concentrarse en
prácticas privadas con su grupo a las que según me dijo, yo no estaba preparado
para asistir; postergando también de esta manera, la escritura y mis preguntas.
Estaba molesto, no podía entender que
logrando con sus extraños relatos y conversaciones enigmáticas, que dudara en
mi vida de todo lo “normal” a lo que estaba acostumbrado, de golpe cortara la
comunicación so pretexto de “prácticas” que yo no podía presenciar.
Decidí entonces que era mejor apartarme un
poco, liberar mis pensamientos de ese mundo extraño en el que me había estado
metiendo, debía volver a ser yo, necesitaba pensar e intentar vivir como antes,
como siempre… ¿Las uvas están verdes?...
Al cabo de tres meses y poco más de una
semana de silencio me llamó, “puedes venir cuando lo desees, no abriré taller
aún, pero esta tarde me reuniré con el grupo y si lo deseas, estás invitado”.
¿Qué se había creído? Me había hecho pasar
tres meses de dudas en silencio, tres meses de comer lechuga y menestras en
lugar de carnes, tres meses de no tomar una gota de alcohol sin explicaciones
de nada y así, tan fácilmente me llamaba y ¿yo debía correr a su encuentro?…
¡Tres meses y medio de frustración intentando
vivir mi vida como antes!
Vivir mi vida como siempre lo hice era algo
completamente imposible ya, cada mirada por las calles significaba un ser
humano, un individuo con alegrías, sufrimientos, preocupaciones; Cada
movimiento de aire tenía un brillo diferente, los árboles parecían querer
decirme algo que no podía descifrar, que me desesperaba no poder escuchar,
hasta las miradas de los perros callejeros lograban producirme una extraña
ternura; tal vez el deseo de rescatar a todos del frío, del hambre que solían
pasar…
Para no torturarme con la idea de ser
“indiferente” miraba hacia los cielos y las nubes tomaban formas de figuras que
intentaba entender, ¿Podría encontrar alguna señal? los colores de los
atardeceres parecían cuadros inmóviles recordándome que la luz del sol, de un
sol maravilloso y fuerte brillaba para mí. Pasaba horas mirando las estrellas,
esperando ver una “nave” que haciéndome un guiño me dijera que todo era verdad
y nada. Salvo el movimiento de las colas de los perros que me atreví a
acariciar, no hubo ni naves, ni respuestas en el aire o la lechuga… Aun así,
sin entender cómo, algo había sucedido en mí, las personas ya no eran simples
personas, habían pasado a ser ante mis ojos algo más, como “familiares”
compartiendo todos el mismo suelo, la misma piel, las mismas preguntas sin
responder.
Almorcé temprano en un restaurante vegano que
hacía dos meses frecuentaba, después de casi morir de hambre durante poco más
de un mes, hasta descubrir que los sabores sin carne también tenían su encanto;
Como enamorado esperando en su primera cita miraba el reloj contando los
minutos para la hora de la “reunión” y el tiempo parecía estar detenido. Una
vez terminado el almuerzo, fui a caminar un poco por un parque cercano,
buscando tranquilidad en los árboles, en la hierba, en el ruido de los niños
jugando y ante la imposibilidad de lograr esperar mucho más tiempo, seguro de
que la pila del reloj estaba fallando, tomé rumbo hasta su departamento.
Era temprano, la dichosa reunión empezaba a
las seis y el reloj aun no marcaba las tres de la tarde, pero no podía esperar,
debía verlo antes de la llegada de los demás, necesitaba hablar con él y
entenderlo, era la única manera de poder comprender lo que me estaba
sucediendo, de poder desatar el nudo de preguntas en que mi vida se había
convertido.
Toqué la puerta… Se sorprendió al abrir.
- Llegas temprano, ¿sucede algo?
- ¿Qué si sucede algo? ¡Sí, claro que
sucede!… Fue mucho tiempo de silencio. Tres meses de una historia trunca y mil
preguntas que no me dejan dormir… ¡Necesito conversar contigo!.
- Aquí estoy, pregunta lo que quieras… – Me
hizo pasar y me mostró un asiento, luego se dirigió en total calma hacia un
taburete y se sentó frente a mí.
Estaba descalzo y cruzó sus piernas tomando al
sentarse la típica posición de loto, vestía con ropas sueltas, simples, sin
ningún objeto metálico en sus manos como siempre llevaba (reloj, aros), algo
diferente había en su mirada, tal vez ¿más serenidad? No podría definirlo, su
imagen no era la del maestro de teatro vivaz y divertido, no era la del brujo
enseñando sobre manejo del agua o del fuego, no era la del hombre examinando
cada movimiento de los que lo rodeaban, estaba como perdido dentro de sí y
sonreía con los brazos extendidos descansando sobre sus rodillas.
- Tú dirás, te escucho.
- Necesito conversar, pero no con el maestro,
no con alguien inalcanzable para mí, necesito hablar con el hombre, con el ser
humano.
- Habla…
- Hace casi tres meses, la última noche que conversamos se
me atragantó la cena, un simple caldo de gallina… No pude evitar sentirme
asesino al comerme una gallina… Llevo tres meses sin comer carnes y acariciando
perros callejeros, me estoy volviendo loco ¿entiendes?- Su risa no se dejó
esperar.
- Eres humano, la ternura y la compasión son
felizmente emociones humanas, comer es de humanos, escoger que se come de
humanos que piensan.
- Hablas de los “humanos”, como si no fueras
humano, ¿no lo eres? ¿Tú no comes?
- Claro que como, como todos. Tengo un cuerpo
que es mi vehículo, que necesita alimentarse para caminar, como todos.
- ¿eres humano entonces?
- ¿No me ves? ¿No hablas conmigo? Lo soy…
- No entiendo, ¿No dijiste que eres un
Walking? ¿Un extraterrestre? El único con quien se puede enfrentar baba…
¿súperman? - Su risa fue carcajada
- ¿Parezco un súperman?
- Sinceramente no…
Su imagen era lo más lejano a la idea de un
súper hombre, delgado, de estatura más bien baja, sin musculatura, de facciones
finas, casi delicadas…
- Pero haces cosas que otros no hacen, miras
a los ojos y hablas con una seguridad que convences a las personas no sé si con
intención o no, pero te escuchan y te creen y te siguen. Te he visto anunciar
la muerte y que llegue justo en el tiempo anunciado, meter tus manos al fuego
sin quemarte y que no quedara huella, ver morir a otros sin inmutarte, sin
sentir ninguna pena, con la frialdad que solo podría tener un Dios, un demonio,
un extraterrestre o un demente y de pronto el último día que conversamos,
contando una historia fantástica, de un pasado fantástico, ¿lloras? Recuérdalo,
la última vez que nos vimos casi lloraste… ¡Llorar es de humanos!
- No te equivoques, también siento tristeza
por las diferentes situaciones humanas, tengo un cuerpo, sangre, piel, familia,
una vida física como tú. Soy humano también; solo que veo las cosas “humanas”
desde otra perspectiva.
- Explícame.
- La muerte por ejemplo, el ser humano
insiste en no verla como parte de la vida misma y lo es. Todo ser físico desde
su nacimiento, sabe que llegará el momento de perder el cuerpo, pero el hombre
se empeña en negarlo, en verlo como algo terrible, teme de lo natural de su
naturaleza y procura no pensar en ello y huir de su naturalidad…
¿Te imaginas si el niño antes de nacer
pudiera evitar nacer por miedo al cambio? No veo la muerte como un final, solo
como un cambio y por ello, no es para mí un hecho triste, salvo que quien
“muera” no se vaya en paz. Eso sí me entristece, me parece lamentable que por
pasar huyendo de sí mismo, teniendo la oportunidad de hacerlo, el ser humano no
se encuentre y al partir se pierda… Si en mis manos está, trataré hasta el
último minuto y aun después de su partida, de ayudarlo a ver un camino de
evolución en el amor.
- ¿Ves? Esa manera de pensar no es humana, no
me respondes como hombre, me respondes como “maestro”… ¿nunca perdiste a
alguien que pudieras extrañar? Tu padre, tu madre, ¿algún hermano? ¿no lloraste
sus muertes? ¿No hay alguien a quien necesites?
- No, no lloré sus muertes… Perdí a mi padre
físico hace años… En aquel momento no lloré, pero sí sentí la sensación humana
de pérdida, de no querer dejar ir, la no aceptación de lo ocurrido por truncar
un camino necesario, hecho que en aquel tiempo consideré injusto. Sentí el
vacío de extrañar, de querer a mi lado a la persona querida a la que le exigía
cumplir con promesas no cumplidas. Ante eso, me revisé a mí mismo y me vi
aferrándome a la presencia física, trataba de retener una imagen, un cuerpo,
algo absurdo sabiendo de lo eterno.
A partir de ese momento, busqué serenarme y
encontrar mi centro, mi calma, mis porqués en cuerpo físico; Al hacerlo, pude
reencontrarme con mi esencia y limpiar todo lo vestido que aprendemos en la
vida diaria, al lograrlo pude verlo nuevamente y saber que su camino
continuaría para bien de él. Comprendí que el mío no debía detenerse y acepté
caminar con mis propios pies, borrando promesas que te comprometen a cumplir a
futuro, cosas que en el momento de prometer nadie puede predecir… Recién lloré,
la emoción de saberlo libre y bien, logró llenarme de lágrimas y sonrisas a la
vez.
- Eso no es normal…
- A mi madre la perdí en el aspecto físico
hace poco más de un año y no hubo lágrimas, pude verla y abrazarla antes de su
partida acunando su cuerpo para hacerle sentir mi calor, mi amor en sus últimos
momentos físicos, pude sonreír con ella en cuanto partió, aunque la forma
acelerada despertara en mí un sabor de extrañeza… Por último perdí a mi hermana
hace escasamente unos meses, tú sabes lo que sucedió, la conociste.
- ¿Yo?
- Clari XI
- No, no hablo de hermandad espiritual, religiosa,
que se yo… Hablo de hermanos de sangre, que juegan desde pequeños, que se crían
juntos desde chiquitos ¿entiendes?
- Sí, entiendo… Ella era mi hermana de
sangre, jugamos juntos, la cuidé, la vi crecer.
- Fuiste frío, no lloraste. ¿no sentiste nada?
- Preocupación al saberla encerrada, aferrada
a un cuerpo enfermo, paz cuando pudo liberarse.
- Y ¿el amor? ¿No la amabas?
- La amé y la amo, sigo cuidándola y ella
ahora a mí…
- No hablo de ese tipo de “amor” que suena
irreal; Hablo del amor, de tener cerca a quien se ama, de poder besarla,
abrazarla, reír juntos, decirle que la quieres, que te diga que te quiere… ¡El
amor!
- Yo puedo besar y abrazar y decir que amo
sin necesidad de ver o tocar; La energía vive y siente y escucha y abraza.
- ¡No me estás entendiendo, yo no veo la
energía, veo el cuerpo, abrazo y beso el cuerpo, si alguien a quien amo se
muere lo pierdo, las personas vemos cuerpos no fantasmas, escuchamos voces,
abrazamos con brazos, besamos con bocas!
- El cuerpo es la forma física de entregar tu
energía a otros, es verdad; pero solo es una forma, un traje que te cubre
durante tu estancia en este espacio, no la esencia misma de lo que tú eres.
No me entendía o pretendía esquivar la
claridad de mis preguntas, debía atacar con algo directo que pudiera situarlo
en el contexto de mis dudas.
- Tahya por ejemplo, tiene un cuerpo ¿qué
pasa si se muere?
- Va a morirse, como tú, como yo, como todos.
- No, ¿qué pasa si se muere hoy y te quedas
solo?
- Si eso ocurre, sé que seguirá por un camino
de luz.
- ¿Y tú? Te quedarías solo… ¿No sufrirías?
¿Es tu pareja no?
- Como te dije, hace mucho tiempo sufrí por
perder a alguien amado, pero una vez evaluado el porqué, el sufrimiento
desapareció, salvo como te digo, que su camino no sea para su bien.
- ¡¡Eso no es humano!! TODOS queremos tener a
alguien que nos quiera, a quien tocar y besar, que nos toque y nos bese, que
nos cuide al ser viejos, que nos ame y esté a nuestro lado físico siempre.
- ¿Por qué?
- ¡Porque todos necesitamos de alguien!
- ¿Por qué necesitamos de alguien?
¿Ahora el preguntaba y yo respondía?
- Porque alguien tiene que querernos ¿no? Si
no, ¿para que vivimos? ¿para quién hacemos las cosas? ¿para quién trabajamos?
¿En base a qué construimos nuestros sueños? ¡A nadie le gusta estar solo!
- ¿Y por qué no quererte tú? ¿por qué no
vives para hacer algo mejor de ti? ¿por qué debes hacer las cosas para alguien
que te de algo y no simplemente hacerlas para dar tú a un todo? Para TODOS,
para muchos. ¿Qué de terrible tiene tu soledad? ¿qué de malo tiene el silencio?
¿Le temes? ¡Llénalo!
Me sentí estúpido ante sus preguntas, en
falta por mi reclamo a su silencio, era como hablar en dos idiomas diferentes
siendo el mismo. Traté de justificarme…
- Todos necesitamos de alguien para
compartir, somos animales de grupo…
- todos necesitamos de “alguien” para
compartir, tú lo has dicho; COMPARTIR, pero no para usar o poseer; No para que
me cuide o esté a mi lado cuando viejo, no para que me dé; sí para cuidar y
acompañar cuando me necesite y PUEDA hacerlo, para compartir, DAR en la medida
justa de lo que tienes y puedes dar a quien desee recibirlo. Recibir en la
medida justa de lo que pueden y quieren darte y quieras recibir, ni más, ni
menos… Sin reglas, sin imposiciones sociales, sin hipocresías, sin obligaciones
disimuladas con sonrisas de “conformidad”, dar si lo necesita, a quien lo
necesite, no a quien simplemente lo quiere porque “quiere” “TENER, poseer,
adueñarse de algo, no a quien lo exige porque se cree “merecedor” porque su
egoísmo lo hace verse con DERECHO sobre otros.
- Si yo doy, si amo, tengo el derecho de que
la persona a quien amo y doy me dé y me ame por igual. Si soy de alguien, ese
alguien debe ser mío.
- No. Si amas y das, no estás comprando nada;
No hay mercancía en trueque, el amor no exige, el amor no es un billete de
intercambio, no se impone, no se busca, no se condiciona, solo se da y por
darse, crece y se da en libertad, sin títulos, sin pertenencias… Nadie tiene
derecho sobre nadie. NADIE ES TUYO.
- ¡Qué bonito suena! ¿Y si tu mujer se va con
otro? Total, ¿no es tuya verdad? Tiene el derecho de “dar” lo que quiera a
quien desee recibir ¿Verdad?… ¿No hay celos? ¿No hay miedo de perderla? ¿No hay
rabia?
- Alguna vez hubo, no miedo, ni celos… Sí
confusión, una infinita tristeza de no poder dar mi amor, de creer no ser
suficiente para alguien y por ello incapaz de hacerle feliz… También soy humano
y la inseguridad humana forma parte de las debilidades del ser humano,
inseguridad que tiene su base en las dudas sobre las propias capacidades,
producto de un trabajo débil en el auto conocimiento… Lloré, me desesperé,
sentí mucho ruido que dolía más al descubrir dentro de mí ese deseo de posesión
que enarbolas como “correcto”, al que das el nombre de “Amor”.
Pero el sabor era amargo, desagradable,
injusto, entonces expuse mis sensaciones a otros esperando comparar sus ideas
con las mías, descubriendo que lo que otros entendían como “normal” o justo,
para mí resultaba incomprensiblemente injusto y miré más a fondo mi aspecto
humano y sonreí cuando los ruidos se fueron de mí al entender que no eran
“MÍOS” eran “APRENDIDOS” en el desarrollo humano de mi historia personal y
aprendí a “DESAPRENDER” lo aprendido y guiándome por mi sensibilidad a escuchar
mi mente y mi corazón y así caminar entendiendo, que solo se puede dar a quien
quiere recibir y como esa persona quiere recibir lo que das, no como tú lo
desees o impongas, porque esa persona NO eres tú y no puedes vivir esperando
que los demás piensen o sientan como tú, así como no está bien que las otras
personas esperen que pienses o sientas como ellas. Somos cada uno de nosotros,
seres “únicos” y por ello, diferentes a pesar de los parecidos.
- No has respondido mi pregunta sobre Tahya…
- Si ella se fuera, sería porque no quiere
que yo le de lo que le doy, lo que soy; Sería porque quiere “algo diferente”…
Retenerla sería ir contra su voluntad, contra su libertad y eso no sería dar,
sería obligar, amarrar, restringir, quitar; Eso es aplastar, atrapar, poseer,
deseo de pertenencia egoísta, encerrar bajo llave un alma libre, cortar las
alas de un ave para mantenerla en una jaula a tu lado y eso no es amar, Lo
justo sería dejarla buscar su camino y sonreír y apoyarla en su búsqueda.
- ¿Y con esa reflexión final repites que eres
humano?… ¿Qué dice ella? ¿te ama así como tú la amas?
- El amor es solo uno, las formas humanas del
amor muchas, si un ser humano ha llegado al punto de entender el amor en su
esencia y sacando de la ecuación todo lo físico ama, solo ése ser humano es
capaz de saber cómo ama, luego esa pregunta tendrías que hacérsela a ella, no a
mí.
- Ok… Pero si te dejara, si se fuera, como se
fue tu padre, tu madre, tu hermana, ¿no la extrañarías?
- Muchas personas se fueron de mi vida ya,
muchos seres compartieron conmigo tiempos diferentes y debieron partir, algunos
físicamente por el cambio al que llaman muerte, otros simplemente a seguir su
camino, su historia personal; Es lo natural, lo justo. Sí, los extraño a TODOS.
También como tú, disfruto de ver cerca el crecimiento de personas cercanas a
quienes amo, también como tú, disfruto de sentir sus caricias, sus abrazos, sus
risas, también como tú, añoro la ternura de una presencia a mi lado; Pero de
ninguna manera me aferro a la permanencia física, pues es efímera, fugaz… Hago
lazos eternos en la permanencia energética y cada abrazo, cada caricia, cada
beso entregado y recibido, vive por siempre envolviéndome y haciéndome sonreír.
Cada momento compartido se convierte en una imagen grabada en mis ojos, en mi
piel, en mi alma, imagen que muestra una forma de entrega de amor, que me
abraza más allá del cuerpo y hace crecer por siempre mi energía. Sí, extraño a
quienes no puedo abrazar con el cuerpo, pero los abrazo con el alma. Me aman y
los amo.
- ¿Y si dejaran de amarte?
- ¿Realmente crees que puedes, que alguien
puede amar y luego dejar de amar?
- Si yo me enamoro y me decepciono, dejo de
amar, como todos.
- Tal vez el problema radique en las
“palabras” que usamos para definir las cosas. El amor querido amigo no es un
sentimiento que viene y va, que se da y se quita; Enamorarse no es lo mismo que
amar.
A ese sentimiento tan humano y agradable, yo
NO le llamaría amor; Tal vez sería más apropiado algo así como el “eros” o el
“encantamiento”… Una emoción primaria, de casi locura, de ilusión no razonada.
Puedes gustar de una persona o de muchas, enamorarte, desear y realizar esas
emociones si la o las personas lo desean también, eso no significa que las
ames, sin embargo puedes poco a poco, con el conocimiento de sus almas llegar a
amarlas aunque no esté de por medio el eros. Si esto sucede, nunca podrás dejar
de amarlas, porque el amor no necesita ni de gusto, ni de placer, ni de deseo,
ni de “enamoramiento” o “eros”, el amor no es un sentimiento efímero, no es un
compartir de cuerpos, es un compartir de luz, de energía infinita, es entrega
total del ser “Alma-Consciencia”.
- ¿Entonces no te importa si ella te ama como
mujer o no?
- Sé que me ama como SER, la forma que escoja
para amarme, para demostrarme su amor y eros si fuera el caso, es su decisión y
cualquiera que esta forma sea, si ella es feliz y no se daña ni pretende
posesiones, lo agradezco.
- ¿Quieres decir que correspondes la forma
que otro decida y ya?
- No… Quiero decir que el amor tiene muchas
formas de mostrarse y si es amor real es de agradecer siempre, un amor que
plantea una forma y exige una correspondencia de igual forma, no es amor real,
porque el amor no condiciona, es libre.
- ¿Pero te importa la forma en que ella te
entregue su amor?
- En algún tiempo me importó, el eros se
confunde con el amor y solemos esperar que el eros sea correspondido.
- ¿Te importa ahora?
- Tal vez hace tres meses, cuando cortamos
comunicación, mi respuesta habría sido un: “Todavía me importa, me preocupa”.
- ¿Y cuál es tu respuesta hoy? ¿Te preocupa?,
¿te importa?
- No.
Fue un no rotundo, sereno, acompañado de su
permanente sonrisa, demasiado tranquilo para que yo pudiera entenderlo. Era
como hablar con un sacerdote, un iluminado a quien no toca lo mundano, lo
humano, lo básico del amor como yo lo entiendo… Lo sentí más inalcanzable y
enigmático que nunca ¿Qué había logrado ese cambio, esa ¿evolución? ¿En tres
meses?
- Ok. ¿No eres celoso entonces?… supongo que
ella tampoco, ambos confían en su fidelidad
- ¿Qué es la fidelidad?
- Ser fiel es no engañar a quien amas con
otra persona, ser el uno del otro, no sentir nada por nadie más…
- ¿El ser humano es acaso un robot para
programar sus sentimientos, emociones y decidir “No sentir nada por nadie más”?
¿Qué tienen que ver los sentimientos y menos el amor con programaciones?...
Volvemos a lo mismo. “No creo que la “fidelidad” tenga nada que ver con el
amor, sí con el “eros”, con los compromisos sociales aprendidos que las parejas
adquieren si así lo desean y repito, el amor no es un asunto de parejas, es
algo mucho más allá de cualquier cuerpo. Yo te amo y no siento por ti ninguna
atracción física.
- Menos mal… - Volvió a reír
- ¿Te preocuparía? En el supuesto caso de que
yo sintiera esa atracción por ti y no sintieras tú de la misma forma, bastaría
con conversarlo en lugar de preocuparse, el reino animal es diverso y por ello
hermoso, no es un requisito sentir igual unos por otros en cuanto a deseos
físicos e igual podemos llegar a amarnos como lo que somos, energías, almas,
pero siendo la diversidad un tema interesante por conversar, lo dejaremos para
otro momento, pues nos saca del que estamos tocando ahora. Hablábamos de
“fidelidad”.
Si revisas cualquier diccionario comprobarás,
que la fidelidad supone la acción de seguir un proyecto de vida a partir de una
PROMESA, es el cumplimiento de los compromisos establecidos en esa promesa,
implicando obediencia y sumisión. La fidelidad es entonces el cumplimiento de
la palabra dada, sin importar las consecuencias que esto pueda traer, ya que
exige decidir hoy, lo que se va a hacer en adelante, bajo condiciones que no se
pueden prever pues no existe poder humano capaz de saber el futuro… El que es
fiel cumple su promesa a pesar de los cambios en las ideas, las convicciones y
los SENTIMIENTOS que pudiera provocar el tiempo y el tiempo no se detiene, está
en permanente movimiento, es evolución y como tal, la vida está hecha de
cambios permanentes.
- Entonces no eres fiel.
- La “Fidelidad” Es una idea social y
religiosa querido amigo, y las ideas cambian según las diferentes religiones y
sociedades según sus cánones de pertenencia; Es así como en un grupo social un
hombre es “dueño” de “sus” mujeres y en otro grupo, una mujer es “dueña” de
“su” hombre y ése hombre es “dueño” de “su” mujer... ¿A cuál “sociedad”, religión,
cultura, debo ser fiel? Soy fiel a mi lealtad.
- ¿No eres de nadie y nadie es tuyo?
- La realidad es que nadie es de nadie… En
asuntos de pareja, ser fiel es permanecer con alguien aunque no sientas ya lo
mismo o sientas lo mismo por más de una persona paralelamente (Deseo,
atracción, enamoramiento, eros), pues adquiriste UN COMPROMISO y “DEBES”
cumplir tu “PROMESA”.
La sola idea me parece aberrante, lejos de
aceptar la palabra fidelidad, prefiero la palabra lealtad, SER TÚ y siendo tú,
mostrarte tal cual eres, con tus sentimientos reales y tus deseos claros y
compartir con quien quieras compartir y quiera compartir contigo, esos deseos,
ilusiones, enamoramiento, atracción, eros, el tiempo que se deseen, no cuando
eso ya no exista. No puedes imponerle a nadie y nadie puede imponerte a ti qué
sentir y cuando hacerlo. La persona leal no es aquella que asiente en todo
sobre lo expuesto por otra a la que quiere y respeta, sino por el mismo respeto
a las otras personas y a sí mismo, confronta y expresa sus ideas frente a una
causa, un sentimiento, un deseo, con total LIBERTAD EVOLUTIVA, sin detenerse
por exigencias de promesas “sociales”.
- Tu forma de pensar suena lógica, pero está
fuera de la realidad que vivimos ¿No temes quedarte solo?
- No. Me preocupa tal vez, dejar solos a
quienes me necesiten… Digo tal vez, porque sé que aunque no pudiera estar
físicamente, igual estaría… El temor no forma parte de mis sensaciones ya.
- ¿Alguna vez sí?
- Sí, como te dije, soy humano y aprendí a
vivir como todos...
- ¿Pero no eres fiel?
- Soy leal, directo, claro, aunque por serlo
pueda ser tomado como insensible o brutal.
- ¿Y no tienes miedo de que tu pareja te sea
infiel al no ser fiel tú?
- Dale con ese tema… No soy fiel, ni infiel,
soy sincero, llevo casi tres meses siendo célibe por necesidad energética, si
quisiera dejarme sería lógico aceptarlo. No, no temo que me deje.
- Un humano que no teme… Eso no es muy
humano. ¿Un humano que dejó de ser humano?
- Un humano que vivió y deseó como humano,
que se aferró a quereres humanos y aprendió a soltar, que comprendió que
aferrándose a ser humano, no le daba cabida a la verdadera razón de su
existencia física.
- ¿Quieres decir que los humanos no deben ser
humanos?
- No, claro que deben ser humanos y vivir
plenamente las maravillas de su humanidad. Lo que quiero decir, es que yo vine
a este plano para aprender del ser humano, para caminar como humano y entender
así sus formas y necesidades, no para vivir y ser humano.
Hubo un silencio… No sabía cómo continuar
preguntando, ni siquiera si debía, si tenía sentido preguntar, era como
conversar con un ser de otro planeta…
- No sé para qué pregunto, cada vez te
entiendo menos.
- No puedes entender por ahora, no lo
pretendo; Aun así, prometo resolver TODAS tus preguntas una vez que termine mi
relato, confío en que en ese momento, puedas comprender…
Tanto tiempo de silencio y de pronto no
recordaba las preguntas que quería hacer, él sentado frente a mí con una dulce
sonrisa esperaba mi réplica, yo tratando de entender al hombre frente a mí,
encontraba mis preguntas fuera de tiempo y lugar.
- Una pregunta más…
- Dime.
- ¿Qué opinas de comer gallina? - Su
carcajada fue sonora.
- ¿En serio quieres ahora esa respuesta?
- Mejor no… Ya no estoy seguro de lo
importante de mis preguntas, ni siquiera de estar hablando con la misma persona
con quien hablé hace tres meses… Debo tratar de procesar primero lo ya
conversado.
- Todo está en movimiento, no lo olvides
nunca, nada se estanca, todo es evolución y todos somos ese todo.
- Trataré de entenderlo, supongo que me toca
reconocerte, espero que no me vuelvas a llamar cada tres meses solamente… -
Volvió a reír
- No, a partir de ahora, puedes venir todo el
tiempo que quieras.
- ¿Escribimos?
- Sí, podemos aprovechar que aún es temprano.
- Sí quiero hacer una pregunta…
- Dime
- ¿Por qué tres meses? Fue mucho tiempo sin
saber nada…
- Fue necesario… Sé que escribes y publicas
lo escrito en tiempo real y lo que sigue de la historia abre la puerta de la
historia de tu mundo, en ese primer tiempo de abrir puertas, quedaron rastros,
signos que debía limpiar antes de mencionar…
- ¿Quieres decir que has estado limpiando
rastros o algo así?
- Algo así, los rastros, los signos,
conducían a lugares ocultos que guardaban restos que no debían llegar a manos
erradas… Los signos, los rastros siguen en sus lugares, los restos ya no.
- ¿Eres arqueólogo?- Su risa no se hizo
esperar.
- No… Soy un viajante que conoce qué quedó de
ese pasado sembrado en tu tierra y dónde quedó. Algunos restos eran
potencialmente peligrosos en manos equivocadas, si alguna de esas manos hubiese
leído lo que escribirás, antes de eliminarlo, habría llegado fácilmente a seres
cuyo deseo de poder no da buenas intenciones y no podía permitirlo. Si bien en
lo que voy narrando no voy dejando huellas aparentes, es un texto que sí tiene
huellas evidentes para quienes conocen la historia antigua.
- ¿Un mapa oculto entre líneas? ¿Acertijos
por resolver? ¿Algo como la búsqueda del tesoro?
- Acertijos, mención de lugares exactos, un
tesoro oculto, un mapa real…
Se puso de pie y acercándose a un escritorio
abrió un cajón del que extrajo un dibujo que puso en mis manos.
- Publícalo con el capítulo.
Me senté en la máquina y abrí el archivo para
continuar la historia trunca.
- No sé qué parte de lo que me cuentas y
dices me interesa más, si lo que narras, o lo que vives.
- Te narro el principio de tu historia, de
nuestra historia, vivimos el final. Las partes que unen los extremos se
encuentran en el centro del relato, ese encuentro te dará todas las respuestas
del final.
- Muy bien, quiero entender el todo; Te
escucho. – Empecé a escribir:
“La llegada de Manhu, Ziurasis, Enlílithu,
Human V y Just IV a Teramar, no fue sencilla. A pesar de ir preparados para el
viaje llevando en su nave todo lo necesario para sobrevivir: semillas, ARMAS,
trajes, algunos animales de Edenario; No tuvieron tiempo por la salida abrupta
de hacer los cálculos correctos y no llegaron al lugar pacífico de los mundos.
Perdiendo el rumbo ante la inmensidad de un espacio nuevo con distancias no
calculadas, su nave aterrizó en una zona montañosa de picos altos… Pudieron
descender y al hacerlo se encontraron solos, teniendo que emprender la búsqueda
de sus hermanos, no sin antes colonizar el sitio al cual llegaron, buscando
construir primero un refugio para ocultar su nave llena de sus tesoros y armas
que no debían caer en manos extrañas. La nueva casa sería un lugar en donde
poder descansar sin el temor de ser encontrados por perseguidores que pudieran
seguirlos desde su tierra Edenario, para ello debieron construir una entrada
subterránea y una ciudadela en roca bajo tierra. Bautizaron al lugar montañoso
verde como “El coloso de Piedra”. Ahí erigieron un campo externo de rocas altas
como protector y guía de su tesoro escondido, siendo su señalización exacta
coincidente con la salida del astro de luz de Teramar, asegurando así la
protección de sus armas y su nave, ahí dejaron en libertad las bestias traídas
de su tierra para colonizar el lugar.
En Edenario una vez partió la nave de Manhu,
quedando al descubierto la traición de Belshuel al plan de baba, éste fue
retenido por Hed I y Lub I, puesto a merced de un juicio final. La ira de baba
no conocía límites y buscó oscurecer los ojos ya ensombrecidos de Belshú, era
“Su hijo” el único logrado de la mezcla de ADN en donde su aporte había
funcionado a pesar de la división de cuerpos, el único capaz de albergar en sus
entrañas su rabia y sus poderes. La traición era uno de los caminos deseados
para él, pero no si la traición se daba contra el mismo baba…
Belshuel ganó tiempo para la huida burlándose
del monstruo febril, retándolo, llevándolo a un estallido tal que absorbió con
fuerza la energía de Belshú esperando regresarlo a la nada… No pudo, se
enfrentaba a su par, aquel que creado por orden de él, aquel que llevaba el ADN
de todas las razas donantes incluida la de él, había cobrado tal fuerza que
solo podría destruirse destruyéndolo a él. Al no obtener resultados, no
queriendo arriesgar su propia existencia antes de culminar su plan, baba condenó
al príncipe oscuro a una tortura eterna de rabia, debía ser hincado
permanentemente, sometido a todas las formas existentes para lograr su ira y
así canalizar su energía mediante máquinas, para usar su poder dirigido contra
los edarios.
Los ojos enrojecidos de Belshuel clamaban
venganza, su ira hacía crecer con fuerza las máquinas destructoras a las que
había sido conectado… Pero el plan de baba viose frustrado pues el corazón de
Belshuel mantenía el recuerdo de su gemelo y el amor recibido y entregado a Adaneva,
un amor que a pesar de todo el mal causado, la rabia, la violencia, se mantenía
intacto, como fuente de vida para seguir existiendo…. Belshú entonces, herido
de rabia y dolor ante el recuerdo vívido de su gemelo obligado a caer al lago y
de ternura ante la sonrisa de Adaneva, decidió dar fin a la tortura que vivía
ofreciendo su cuerpo como alimento a los verdugos grankas que lo custodiaban y
aprovechando un momento de ausencia de Lub y Hed, soltó las cadenas que
aprisionaban sus brazos desgarrando, cortando sus muñecas y con rápido
movimiento se lanzó sobre un objeto afilado para abrir su pecho ofreciendo a
los hambrientos bichos su líquido vital.
No dudaron en abalanzarse sobre él
absorbiendo desesperados hasta la última gota de vida del dheva… No fue rápido,
la tortura tardó lo suficiente para grabar el asco y el dolor por siempre en
él, mas ese asco y dolor, encontraban una justificación de amor que cerraba por
completo la puerta a la ira, de dejó exterminar sin ninguna resistencia, su
cuerpo en manos de los depredadores fue secándose mientras sonreía. Belshú
sabía que no era el final, pudo ver las imágenes de una historia repetida,
viviendo ese último instante de aliento como un dejavú que debía descifrar para
un día poder cerrar el círculo de su existencia. El daño causado no terminaría
ahí y sus acciones condenarían su energía.
Al desprenderse del cuerpo se encontró
hundido en el fango de la octava dimensión y allí viendo su vida pasar ante sus
ojos, se odió a sí mismo, se maldijo por no haber tenido ojos para ver y quedó
suspendido en su rabia, vagando por siempre, cruzando de las penumbras a la
oscuridad, de la octava dimensión a la novena, quedando en el vacío de la nada
por eternidades, pudiendo salir de la novena dimensión al no apagarse su amor,
para regresar a la octava, logrando escapar de la octava al querer reconstruir
lo destruido, para recorrer la séptima, conociendo así todos los lugares de la
oscuridad, quedando detenido en la cuarta dimensión en busca de un camino,
girando de universo en universo, de galaxia en galaxia, de tierra en tierra
hasta poder encontrar algún día su complemento y entender y perdonar y ser uno
y lograr el equilibrio...
Al saber Baba lo sucedido, su cólera fue
capaz de hacer temblar el suelo edario, había perdido al ser que podía
multiplicar la densidad de la violencia hasta lograr sus objetivos y no se lo
perdonaría a Lub ni a Hed. Inmediatamente tomó las naves más potentes y armando
al grupo de los más fuertes, los seis desechados por sus padres ante su “aparente”
deformidad, seis siempre ocultos a los dhevas, con quienes llegara a Nibiru
desde su paseo por el mundo destruido de los pequeños burlones. Con ellos que
siempre estaban a su espalda, como sombras ocultos por su invisibilidad y un
ejército de entes grankas, abandonó Edenario para orbitar Teramar en busca de
un lugar estratégico donde descender. Ya nada en Edenario le era importante o
necesario, ya sus seis discípulos habían demostrado su total lealtad a quien
con engaños les hizo creer que eran imprescindibles para él, como lo había
hecho también con Lub y Hed.
En Teramar después de la llegada de Adaneva y
Varona con los edarios que los acompañaron, habían pasado muchos años
terrestres en los que el desarrollo del lugar pacífico de los mundos pudo alcanzar
su total plenitud. Cerca del lugar pacífico de los mundos, bajó también el
segundo grupo de los Shivas creados en el laboratorio de la nave madre sin
ojos, al descender estos escogieron pareja para continuar su especie entre las
hijas de la tierra, las humanas y las edarias llegadas con Adaneva, creándose
humanos de gran tamaño y sabiduría, humanos que formaron un grupo de defensa
para su nueva tierra y sus padres, enseñando los últimos conocimientos de
siembra y metalurgia adquiridos de sus padres Shivas, así como formas de
meditación para seres de cuerpos densos.
La comunidad Shiva quedose asentada en una
base sobre una montaña muy alta, en cavernas templadas de agua cristalina,
desde donde guardando en el fondo de un lago interno sus naves y armas de
transformación usadas para abrirse camino en la piedra, cuidarían sus
enseñanzas para ser entregadas por siempre a los pobladores cercanos. Los hijos
del grupo Shiva, partieron hacia el lugar pacífico de los mundos a compartir su
camino con los habitantes de la ciudad de cristal.
Dentro de los habitantes del lugar pacífico
de los mundos, el continente rodeado de mar, existió por mucho tiempo la
armonía de un compartir perfecto, perfección que poco a poco empezó a
resquebrajarse ante las quejas de algunos edarios que no querían mezclarse con
las razas existentes ahí e insistían en un gobierno como el dejado en su
planeta, cosa imposible en un lugar en donde bajo la tutela de los hermanos
azules del mar y los inmensos humanos, todo debía compartirse en paz.
Estos pequeños grupos, lograron tentar al
hijo primogénito de Adaneva, joven que lucía su piel clara con orgullo sobre la
de sus hermanos cobrizos. El joven fue seducido con promesas de gloria sobre
los demás por edarios que no se mezclaron con terrestres para conservar su
“pureza”, para sus reuniones secretas en las que planificaban la forma de
gobernar y adiestraban en la lucha a los más jóvenes, se alejaban de la tierra
entre aguas hasta adentrarse en las montañas altas cercanas, en donde hicieron su
fuerte de resistencia.
Un día el grupo decidió alejarse por completo
para formar un ejército preparado en la distancia sin ser detectados por los
humanos inmensos que ante tanta queja custodiaban los alrededores de la ciudad
de cristal y tomaron rumbo hacia la zona más alejada en donde encontraron
montañas verdes rodeadas de rocas, coincidiendo en un encuentro con Ziurasis y
Enlílithu hermanos que ya habían procreado seres sin mezcla de raza y abriendo
los brazos al sobrino, vieron interesante el poder unir fuerzas para lograr un
gobierno superior capaz de adueñarse de todas las tierras cercanas.
Considerando su clara raza, por encima de las
otras, su fuerza y destreza mayor que la de los demás, su capacidad intelectual
más acertada y calculadora definían su deseo como justo. Siendo ellos un grupo
importante de seres provenientes de Edenario, una civilización con mayor
tecnología, querían el poder sobre los plácidos terrestres. El grupo disidente
que había dejado la ciudad de cristal, se dirigió con Enlílithu y Ziurasis al
Coloso de Piedra y juntos reactivaron las máquinas ocultas, armándose todos,
buscando el dominio mediante la destrucción a pesar del descontento de Manhu
quien impedido físicamente desde su llegada, era cuidado por Human V y Just IV
guardando celosamente el coloso de Piedra y sus tesoros, sin poder impedir el
uso que le dieran sus hijos, ante su debilidad complaciente. Una vez
preparados, Enlílithu y Ziurasis se alejaron de su nave que quedó oculta por
obra de Human V y Just IV bajo pedido de Manhu, debajo de la estructura de
grandes rocas, los revoltosos sedientos de poder partieron hacia el fuerte
creado por los disidentes, zona estratégicamente cercana a la ciudad de
cristal. Manhu se quedó con Human V y Just IV como guardianes del templo
visible en las inmediaciones, compartiendo enseñanzas con los nativos que
asomaban por el lugar.
Enlílithu y Ziurasis se dirigieron con el
primogénito de Adaneva rumbo a la conquista del poder ansiado, en su camino
hacia el lugar pacífico de los mundos, iniciando guerras durante décadas por
espacios de tierra, corriendo sangre y muerte hasta llegar a la ciudad de
cristal. El primero en dar un golpe mortal fue el primogénito de Adaneva, quien
considerando a su hermano inferior por su color oscuro como el de Varona y
débil por su carácter bondadoso al salir del lugar pacífico de los mundos a
encontrarse con su hermano para convencerlo de una posible paz oponiéndose a la
muerte, fue presa fácil quitándole la vida.
Los terrestres de espíritu pacífico, pero de
aguda inteligencia e instinto de conservación, unidos a los humanos y las razas
convivientes de la ciudad de cristal, buscando defenderse del dominio de los
que se hicieron llamar dioses por su color claro, aprendieron la guerra y el
lugar azul se transformó en la tierra convulsionada del horror y hubo
discusiones entre ellos y los Shivas, desunión entre las razas antes hermanadas
y fue una guerra que duró muchos años terrestres, guerra en la que se crearon
armas terribles que eran echadas desde los cielos en las naves sin alas con las
que la civilización muy avanzada ya surcaba sus cielos y un día fue probada una
bomba destructora que causó un estallido tremendo estremeciendo la tierra y el
mar azul.
Ese fue el día en que Baba y sus naves
plagadas de alimañas bajaron en la zona que llamaban picos helados de
Balkaucado, ahí hicieron su fuerte metálico bajo los fríos suelos y desde allí
empezaron a buscar a los burlones agresivos despreciados y abandonados en
Teramar al ser diferentes a sus padres, la raza de burlones que solo vivía para
divertirse sin mayor trabajo… Era la oferta cumplida al huir de su mundo en una
nave que los pequeños burlones no sabían comandar, nave piloteada por seis
burlones agresivos que llegaron con ellos a Teramar fingiendo un aterrizaje
forzado, que alertas esperaban el momento de vengarse de los maltratos de sus
progenitores y la falta de inteligencia con la que habían sido tratados, por
fin la promesa de reinado hecha por baba en su mundo antes de destruirlo,
podría cumplirse y nunca más serian discriminados por nadie. Ellos se habían
encargado de sembrar el odio entre sus nacientes iguales en Teramar como era
esperado por baba, captando así un nuevo ejército, redondeando así un clan de
doce seguidores a prueba de todo que harían posible su plan.
El dominio de los dhevas grankas al mando de
Lub y Hed, continuaba por espacio de eternidades sin tiempo en Edenario,
mientras el planeta tierra azul buscaba estabilizarse después de su primera
guerra. La sed de exterminio de los dhevas grankas se hacía más fuerte ante la
rebelión interna. Hed y Lub habían sido traicionados por baba en su “castigo”
por descuidar a Belshuel y Crearon armas causantes de fuego destructor que
hicieron convulsionar el gemelo planeta pálido hasta resquebrajar su centro
sacándolo de su órbita, perdiendo el oxígeno y la vida de todo ser nativo del
lugar, quedando como dueños del cascarón en terremoto permanente solo los
dhevas y grankas...
Edenario al perder su eje se acercaba
rápidamente a Teramar ante el pavor de sus habitantes que creían, a pesar de
seguir los estragos de la guerra, haber logrado cierta tranquilidad. Con el
acercamiento cada vez más próximo de Edenario tembló incansablemente Teramar,
subieron las mareas de forma abrupta, los vientos se hicieron violentos creando
furiosas tempestades y grandes extensiones de tierra fueron tragadas por el
mar.
Los que habitaban las dos bases Shivas
ingresaron a sus espacios todo ser y bestia que pudiera caber y sellaron sus
puertas ante lo inevitable, algunos navegantes, los exactos por la cantidad de
vehículos, tomaron las naves con las que habían descendido en Teramar y
embarcaron a los pocos habitantes (mezclas de razas) que escuchando la
advertencia de destrucción subieron en ellas, llevando también las bestias que
por dimensiones podían llevar y se elevaron huyendo de la colisión.
Manhu hizo lo mismo con la nave que
resguardaba en el coloso de piedra, no pudiendo salvar del desastre a sus
hijos, Human V y Just IV reunieron bestias y humanos cercanos para ayudarlos a
llegar a alturas protegidas, los humanos que no pudieron huir hacia los cielos
intentaron escapar en las alturas de las zonas más elevadas, usando las armas
transformadoras de Human V y Just IV para abrir cuevas y cerrarlas tras su
ingreso. Por su parte baba cerró las entradas de su fortaleza metálica bajo los
suelos helados, quedando selladas todas las posibilidades de perecer para los
que con él se afincaban.
No pudo detenerse el impacto que se llevó
partes de la tierra hacia las profundidades del mar dejando para siempre una
huella. El cielo se encendió con el choque de los gemelos. Las descargas
eléctricas fueron continuas creando enormes nubes negras. Hasta el sol pareció
detenerse quedando su bola de fuego quieta, suspendida horrorosamente en el
espacio. El sistema solar se llenó de chispas eléctricas y todo fue caos.
Edenario se partió en dos quedando la parte
más pequeña flotando cercana a Teramar, que sufrió con el choque el hundimiento
de uno de sus lados. La parte más grande del gemelo planeta, deforme por el
choque, fue impulsada por el estallido al límite del sistema solar, albergando
en sus profundidades a los dhevas grankas, que sobrevivieron ocultos en naves,
en el corazón del planeta gemelo convertido en una roca sin luz por el choque
infernal.
Al descender las aguas que cubrían casi la
totalidad de Teramar, llamas salían furiosas de la tierra no sumergida hasta
lamer su cielo, todo estaba envuelto en humo y muchos, casi todos habían
perecido, entre ellos Human V y Just IV quienes recibieron el impacto infernal
tratando de salvar a más seres...
Al cabo de algún tiempo de encierro en cuevas
y bases, los pocos sobrevivientes del desastre salieron a pesar del movimiento
constante de las tierras, a buscar posibilidades de vida a su alrededor. Los
Shivas que se habían quedado resguardando las dos bases de Teramar selladas,
salieron también en busca de sobrevivientes procurando mantener la calma entre
los asustados humanos de aquel tiempo, que habían buscado refugio con ellos y
notaron signos extraños en el cielo. El movimiento del azul planeta había
cambiado su rumbo, alejándose de su sol, congelándose paulatinamente grandes
zonas de tierra y de agua.
En la nave madre sin ojos, Gama I, Mriem VI y
Human I, impotentes desde la distancia, sin poder acercarse al caos, pasaron un
tiempo de larga incertidumbre, esperando que el planeta azul, cubierto por el
polvo volviera a su normalidad. En ese largo tiempo de espera, fueron ciegos
testigos de los acontecimientos caóticos que les transmitían en comunicación
permanente los Shivas desde las dos bases del lugar azul. Desde las naves, los
que lograron huir, igual que en la nave madre desde el espacio, contemplaban
llenos de estupor la nube de oscuro polvo que cubría Teramar... Todos esperaban
en las naves suspendidas, a que el planeta tomara algún rumbo para regresar con
sus asustados nativos salvados del desastre o huir de las cercanías por el
peligro latente. Creían que Teramar sería tragado por su estrella como sucedió
antes con Nibiru y Rup, pero transcurrieron los tiempos y el sol no lo devoró.
Fue la primera guerra destructiva del planeta
Teramar, la segunda del sistema solar. Y el primer Reset de la etapa nueva del
nuevo mundo; El sistema lleno de piedras arrancadas de los planetas gemelos, formaba
ahora un cordón de recuerdo en el espacio y la muerte y el desorden reinaron en
el planeta azul por un tiempo al que llamaron noche eterna”.
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